martes, 9 de octubre de 2012
sábado, 6 de octubre de 2012
LITERARIA
¡LIBERACIÓN FEMENINA?
AMOR POR LOS IDEALES
Al grito de “yo no soy criada de nadie”, Juanita abandonó el lecho
conyugal.
Volvió pronto, porque se había olvidado de tender la cama.
Rosa Beltrán
*
EL
PRÍNCIPE
Poco después de la media noche el
príncipe sale sigilosamente del castillo, mientras Cenicienta duerme
profundamente.
Con un afán incontrolable, el
príncipe va en busca de la hermanastra
de su esposa, aquélla mujer cuyos
enormes pies tanto le fascinaron.
Estrella Burgos
* * *
SCHEREZADA
-Scherezada –exclamó indignado el sultán- estoy dudando de que seas
pura. ¡Explícate! Y ella no
tuvo más remedio que empezar a contarle un cuento...
*
-¿De dónde sacas tantas historias? -preguntó el sultán, pero Scherezada
jamás le reveló lo de su apuntador electrónico,
ni de su hermana escondida en una
recámara alejada,
con un libro de cuentos en la mano y un “walkie-talkie” en la otra.
*
-Deberé eliminarla- decidió el sultán en la noche mil dos- a pesar de
que es muy bella, pero es insoportable su cantilena diaria:
“te cuento un cuento”, con esa
manía suya de dejar pendientes las historias en lo más interesante. Además, lo peor: a últimas fechas se repite.
José Luis Zarate Herrera
¡¡¡¡¡PORQUE ESTAS HISTORIAS PUEDEN CAMBIAR
SI TODOS NOS LO PROPONEMOS... OH, SÍ!!!
viernes, 5 de octubre de 2012
CIERRE DE TALLER Alfabetización
Los habitantes de Tláhuac contribuyen al
arte y a la cultura del DF más allá del amaranto: ésta es la conclusión del
taller de Alfabetización: las lecturas
del mundo.
La cultura no queda exenta de prácticas
excluyentes y violentas
Personas de la tercera edad se incentivan para seguir creciendo
en materia educativa y cultural.
COMO TALLERISTA DESEABA UN
CIERRE ESPECIAL, que se concluyera el programa previsto, sí;
pero también concluir con algo emotivo, que dejara la puerta abierta para que
los asistentes siguieran explorando su escritura y su formación
artístico-cultural. Habrá que recordar que la mayoría de estos son adultos
mayores decididos a seguir aprendiendo.
La idea
de cerrar diferente me surgió cuando
en las primeras clases, María Aurora
Nazario Rodríguez –de 65 años de edad- llegó muy molesta contándonos que el
taxista -con quien viajó para llegar al curso- le había preguntado qué era el
FARO. Cuando ella le contestó que era un centro de producción artística y
cultural, él se quedó sorprendido y le respondió: “¿Cultura?, pero si en
Tláhuac la única cultura que tienen es la del amaranto! Los mexicanos no sabemos
apreciar el arte… Arte y cultura, la que se hacen en Europa, señora.” “Quisiera tener elementos –confesó Aurora-
para responderle”.
El
enojo y la impotencia de ella los compartimos el grupo y en seguida pensé que ese sería la reflexión
de cierre del taller: vernos a nosotros mismos como productores, consumidores y
reproductores de cultura. Por eso, la actividad planeada consistió en pedirles
que llevaran la última sesión un objeto que ellos hubieran creado, diseñado,
confeccionado en algún momento de su vida.
Todos y
todas cumplieron con la tarea. La emoción de mostrar su objeto se reflejaba en
sus rostros. La indicación fue que cada uno contará al resto de los asistentes
la historia de esa creación: ¿cuándo la elaboraron, qué sentían mientras la
realizaban, si la idea original que tenían cambió mientras la iban realizando y
cómo quedó el producto final? Sus historias fueron arrojando elementos para
acercarnos a la definición de cultura que la UNESCO señala: conjunto de normas, reglas, tradiciones que
conforman un tejido social.
Guadalupe
Sánchez Rosales, de 58 años de edad y oriunda de Chiapas, sacó una bolsa de
mano realizada en tela bordada con flores de listón. Nos contó que a ella le
gusta bordar paisajes de la naturaleza, porque es una forma de revalorarla y
recordar “las gotas de rocío que en las mañanas aparecen sobre las flores”. Sin
darse cuenta, Guadalupe estaba hablando sobre el proceso de observación y
representación de la realidad. Observar para disfrutar y actuar ante la
realidad, esa realidad que captamos a través del tacto, la vista, el olfato y
la piel.
Siguió el
turno de Aurora, quien se caracteriza por su sensibilidad hacia las actividades
culturales, ella al mismo tiempo que toma talleres en el FARO, acude a otro de
Creación Literaria en la Casa Refugio Citlaltépetl ubicado en la colonia
Condesa, donde le dejaron crear un cuento de ciencia ficción que compartió con
nosotros. Su historia la escribió luego de que un noticiero mostró las primeras
fotografías de Marte. La imagen del planeta rojo se le quedaron grabadas hasta
llevarla a imaginarlo como habitable. Todos le aplaudimos su narración.
Tocó el
turno a Ricardo Castillo, de setenta años de edad y esposo de Ignacia -quien
también acudió al taller. Después de calificarse de áspero y callado contó la
historia de la pintura en acrílico de un gato cuyo cuerpo tenía forma de “M”;
la cual fue realizada en una época en la que él bebía mucho alcohol e incluso
tuvo problemas con éste. “La pintura me permitía que no me ganaran los malos
pensamientos” dijo.
Las
necesidades humanas no solamente son físicas también son espirituales. Si la pintura, la escritura, la danza, entre
otras estuvieran democratizadas, la forma más común para sacar nuestra
tristeza, angustia y desolación sería a través de procesos creativos.
Ignacia Coraza, de
60 años de edad, llevó una toalla de tela afelpada decorada con encaje y listón
de flores naranjas y beige. La selección de colores le llevó algunas tardes a
Ignacia y es que ella quería que su toalla fuera una expresión de su personalidad
cálida. Tanto le apasionó, seleccionar los colores del listón y del encaje que
desde ese día lleva confeccionado ya ocho toallas y una sábana; mismas que le
permiten embellecer el hogar que habita. Hay que decir que la toalla de
Nachita nada le pide a las confeccionadas y distribuidas por las grandes
cadenas comerciales…
Francisco
Atayde por su parte llevó dos piezas de fierro que encontró en una caminata por
el bosque, ambas pertenecían a las vías del ferrocarril; una era un clavo y la
otra seguramente sostenía a los durmientes. Al verlas juntas pensó que podrían
adquirir la forma de una madre abrazando a su hijo, un ave o incluso hasta dos
amantes abrazados. Su oficio de herrero le permitió tener las habilidades para
crear su pequeña escultura. Con lo cual pudimos platicar de la técnica, como un
elemento cultural. También nos mostró un pequeño pedestal elaborado con un
tornillo gigante donde un alacrán de alambre de cobre luce como una pieza de
museo… Tal vez Francisco es el más sorprendido con sus avances en la escritura,
descubrió la importancia de la puntuación y cómo a través de ésta se le
imprimen tonos y ritmo a las palabras escritas.
A sus sesenta y tantos años está decidido a seguir explorando el signo
escrito.
Mayra Beltrán
tiene 31 años, es mamá de una niña de tres años de edad, es habitante de la
colonia Miguel Hidalgo. Ella llevó una pequeña escultura de plastilina y
arcilla con la figura de Mafalda de las tiras cómicas del argentino Quino. Su
creación fue parte de un taller de modelado y la hizo porque para ella Mafalda
es un personaje crítico que le gusta mucho y que le ha mostrado puntos de vista
que le permite diversas lecturas sobre un hecho. Su pequeña escultura la tiene
junto al teléfono de su casa, en la sala; al verla la gente que la visita le
pregunta quién es y en ello ve una posibilidad de que otra gente se interese
por leer las tiras cómicas argentinas.
Los
asistentes quedaron convencidos que son o pueden ser productores culturales en
potencia contraviniendo los principios que desde el siglo XVII se difundían
sobre que sólo era una élite cultural la que producía e innovaba la cultura. La
cultura popular realizada por amas de casa, obreros, pensionistas y
trabajadores de oficios como la herrería trasciende entonces las prácticas
excluyentes y violentas y revaloran sus derechos.
El taller de Alfabetización: La lectura del mundo
inició el 21 de agosto y concluyó el 2 de octubre en las instalaciones del Faro
Tláhuac, ubicado sobre Av. La Turba s/n (en el interior del Bosque de Tláhuac)
en la colonia Miguel Hidalgo; fue auspiciado por la asociación civil Cuenteros
y Cuentistas en el marco del Programa de Coinversión para el Desarrollo Social
del Distrito Federal 2012…
Este
curso comenzó con una propuesta de alfabetización cuya metodología de trabajo
(círculos de cultura) se basó en la metodología pedagógica del brasileño Paulo
Freire, quien sostenía: “la lectura del mundo precede a la lectura de la
palabra escrita”. Leer la realidad en su sentido más amplio, leer desde los
múltiples lenguajes existentes.
Leer y
escribir implicó, en este taller, cuestionarnos nuestra forma actual de vida, revisar
nuestra historia personal, promover la lectura crítica de cualquier texto. El
grupo se integró con siete personas que ya tenían conocimientos de
lecto-escritura. El trabajo se concentró en ejercitar su redacción, incorporar
el uso de signos de puntuación y en fortalecer su estructura sintáctica. Para
ello, en cada sesión se leyeron cuentos y relatos que permitieron hablar desde
la perspectiva de género, por ejemplo, La
otra frontera, de Cristina Pacheco; La
Princesa y el pirata de Alfredo Gómez Cerdá y Teo Puebla; Las Vacas de Quiviquinta de Franciso
Rojas Gónzalez y La Tarzana de María del Mar Quirós Leal y María Ángeles García
Cordero.
Se
practicó el análisis de contenido después de las lecturas seleccionadas, en el
que se revisaron los textos desde sus contenidos femeninos y masculinos. Se abordó
la cantidad de protagonistas, la descripción de cada uno de estos, su
parentesco, personalidad, ocupación, estereotipos… El diálogo y el análisis de
contenido arrojó elementos para comprender las prácticas inmiscuidas en la
violencia de género como son la
invisibilización y la discriminación de lo femenino en el lenguaje, en el
hogar, en lo laboral y a veces también en el ámbito académico.
A pesar
de la ironía y la crítica al machismo o actitudes patriarcales que algunos
textos puedan incluir, aún queda un sesgo muy marcado contra la mujer. La
escritura de historias con perspectiva de género aún explora una primera etapa;
falta mucho por hacer en esta materia.
Se invitó
a la comunicóloga, Florina Piña quien es responsable del proyecto La palabra: herramienta que empodera
para compartir con los asistentes la importancia de diferenciar la comunicación
oral de la escrita, con el fin de comprender que son lenguajes diferentes. La
estructura, el léxico, la ortografía y la madurez sintáctica son
imprescindibles en el segundo. Con base en estos elementos, Piña realizó un
diagnóstico de escritura a cada uno de los tallerandos, con el fin de
auto-reconocerse y subsanar los “huecos” escriturales; reflexionar más sobre el
lector-receptor de estos, pues ello garantizará texto-discursos exitosos.
Habrá
que señalar que cuatro de los siete participaron asistieron paralelamente al
taller de Narración oral con perspectiva
de género impartido por Hena Carolina Velázquez; esto nos permitió trabajar
en conjunto tanto la escritura como el lenguaje oral.
El
taller de Alfabetización: La lectura del
mundo concluyó, sin embargo, deja abierta la necesidad de seguirle
apostando en la formación educativa y artística de los hombres y mujeres de la
tercera edad, habitantes de la delegación Tláhuac; ellos y ellas como
instituciones morales de su familia tienen mucho que aportar en la restitución
del tejido social. Ojalá haya muchos
otros talleres que los beneficie. Gracias. // Abril K. Olivares del Río,
tallerista
miércoles, 3 de octubre de 2012
PROXIMAMENTE
Soy Marconio (contador público de
cuentos). Desde hace 18 años me dedico al arte de la narración oral. Me he
presentado en múltiples foros de México y de diversos países. Vivo de la
palabra, creo en la palabra y en el poder que tienen los cuentos para
transformar al ser humano.
Este año, el FONCA (Fondo
Nacional para la Cultura y las Artes) me otorgó la beca de Creadores Escénicos,
en el área de Narración Oral. Me siento bendecido por ello y durante meses he
investigado sobre Sustentabilidad, Ecología, Educación Ambiental; y he buscado
cuentos para montar un espectáculo que compile algunos de los materiales que he
encontrado. El resultado es un espectáculo que se llama:
LA
GENTE, EL AGUA, LA TIERRA
Cuentos para un México
Sustentable
Es un espectáculo de narración oral que
pone de manifiesto la necesidad de renovar nuestra ética ecológica y la
relación armónica con la naturaleza. Es claro que debemos re-aprender y
reconsiderar los saberes ancestrales, en busca de una vida mejor para nosotros
y un futuro viable para las generaciones venideras.
Mi compromiso con el FONCA, y con la comunidad que me ha favorecido con
la beca, es hacer presentaciones de este espectáculo, entre los meses de
octubre, noviembre y diciembre.
Quede al pendiente de la programación de funciones...
lunes, 1 de octubre de 2012
NARRACIÓN ORAL CON PERSPECTIVA DE GÉNERO
Estoy
aquí
en
lucha
constante
TALLER DE NARRACIÓN ORAL
CON PERSPECTIVA
DE GÉNERO
*
ORGANIZAN: CUENTEROS Y
CUENTISTAS AC
Y FARO TLÁHUAC
ÉSTA ES LA
RESPUESTA QUE DA ADRIANA, una de las
asistentes del Taller… La instructora es Hena Carolina Velázquez: periodista,
feminista, capacitadora y terapeuta Gestalt especializada en el área corporal;
pero también es contadora de historias… En su vida cotidiana Carolina muestra
la mujer que es, con sus conocimientos, experiencias de vida, interés por
empoderar a las mujeres que la rodean en
las circunstancias diversas y abraza a los hombres que están en el camino por
reconocer los roles y estereotipos de género; y a quienes no, que se cuiden de
su palabra clara, honesta y abierta porque Carolina no es condescendiente. Y
eso se agradece, porque en esto de empoderarnos lo que más nos cuesta es reconocernos
con los estigmas del violentador o violentadora, del victimario o victimaria… Y eso justamente es lo que hay
que superar.
Como parte del proyecto La
palabra: herramienta que empodera, del Programa de Coinversión para el
Desarrollo Social del Distrito Federal, Carolina impartió el taller en el Faro
Tláhuac… Tuvo doce inscritos, la mayoría son mujeres; sólo tres hombres se
inscribieron… Quien fuera colaboradora de la agencia de noticias Comunicación e Información de la Mujer, CIMAC, reconoce que
fue muy bueno contar con la presencia de compañeros., pues en estos temas de
género y equidad de debe incluir siempre a los varones…
Alrededor del setenta por ciento de los asistentes cuenta con más
de sesenta años, cómo es que ante “las resistencias” que implica contar con
esta edad y una cultura familiar determinada es que se puede contribuir en el cotidiano
con los temas de género… Carolina contesta:
En este
grupo prácticamente no hubo resistencias, sus integrantes son sensibles ya a
saber que es importante el respeto a los derechos humanos de las personas, un
terreno ya abonado para hablar de perspectiva de género y de cómo el objetivo
de esta propuesta es el reconocer que las mujeres somos sujetas de derechos,
cómo humanas que somos.
¿Fue sencillo abarcar esta temática con este perfil de público?
Velázquez Vargas, agregó:
Lo que si
había por lo menos en diez de sus integrantes –de un total de doce— es una gran
confusión respecto a tres conceptos básicos y centrales para entender qué es,
para qué y cómo se aplica la perspectiva de género en general para vivir
respetando los derechos humanos de las personas y en particular en la narración
oral. Los conceptos son: sexo, género y perspectiva de género.
Uno de los
aspectos que se impulsaron en el taller fue la importancia de darnos cuenta
quiénes somos a partir de nuestra propia historia, entendida ésta como un
proceso de vida en el que hemos realizado infinidad de cosas, esto permite ir
quitando de manera individual y en el grupo prejuicios, estereotipos y
calificaciones y reconocer que nuestra experiencia –cualquiera que ésta sea--
tiene un valor.
Este reconocimiento a partir de la historia individual, la
tallerista lo llevo a través de tres ejercicios:
1. Escoger un cuaderno que se usaría como un diario de narración
oral y que estuviera relacionado con la imagen de lo que soy como persona
(color, tamaño, forma, dibujos). Escribir en él, tanto los apuntes de las
sesiones del taller (incluidas las tareas y los ejercicios) y todo los
comentarios, imágenes, historias relacionadas con el proceso de narración oral
de cada integrante del taller. 2. Escribir la historia de su nombre cómo un
ejercicio central de identidad. 3. Escoger un cuento relacionado a la pregunta
¿qué tiene que ver conmigo?, analizarlo y ver cómo se podría contar con
perspectiva de género, tomando en cuenta para esto último: tema, desarrollo de
la historia, principio y final, que en él se pudiera mostrar la forma cómo nos
relacionamos las mujeres y los hombres en esta sociedad.
Habrá que señalar
que el grupo del taller Narración oral con perspectiva de género fue constante;
excepcionalmente alguien faltó o dejó de compartir sus reflexiones sobre su
historia individual… Este compromiso de auto revisión y exposición del análisis
logró que el grupo se compactara en materia de cooperación, fraternidad y una solidaridad
muy especial al volverse replicadores de los temas de género y equidad no sólo
como contadores de historias, sino como hombres y mujeres, madres o padres,
abuelas o abuelos; hijos de familia, compañeros o compañeras de clase o de
trabajo…
Habrá que decir
que no es gratuita la presencia de Cuenteros y Cuentistas AC en el Faro de
Tláhuac, pues hay una relación de amistad y colaboración desde hace alrededor
de cuatro años. Estamos convencidas que nuestra misión y visión coincide con la
de su director Martín González y la de sus colaboradores: Alejandro Rincón, Nayma Hernández y resto del equipo de
esta Fabrica de Artes y Oficios con respecto a cómo contribuir desde el arte y
la cultura no sólo para que la comunidad de la ciudad de México se apropie de
sus derechos e incidir en la restitución del tejido social a fin de reducir la
violencia intrafamiliar y social, de valorar el trabajo comunitario y el patrimonio
de una delegación con una presencia rural importante y un ecosistema aún rico
en materia lacustre y paisajista.
Incidimos de
manera conjunta a formar un público ciudadano que tenga cada vez más elementos
para interpretar su realidad e interpretarse mejor así mismo. Por eso estamos
agradecidas con los amigos del Faro Tláhuac por sumarse a nuestros proyectos y
abrirnos su casa para compartir desde nuestro quehacer que es contar cuentos y
promover las diversas lecturas del mundo…
Además, qué mejor
llevar a cabo este taller de Narración de cuentos con perspectiva de género en
un espacio natural donde se respiran los libros de su biblioteca; los murales
diversos que adornan paredes, vitrinas, ventanales… Donde paralelamente se compare
con otros talleristas y tallerandos; donde desde el policía, el personal de
intendencia, administrativos y directivos en conjunto promueven la libertad de
tránsito y el pensamiento crítico; donde todo está acomodado para respirar arte…
Gracias amigos del Faro Tláhuac.
*
A continuación, conocerá tres testimonios de asistentes al taller…
María
Adriana García Bustos. A sus 51 años, asiste a este taller como una
oportunidad “determinante para crecer,
para enfrentar la soberbia que luego la gente mayor tiene, pues piensan
que ya no tienen nada más que descubrir”.
Este taller le permite cuestionar “qué es ser mujer”, qué papeles
está reproduciendo como madre de dos
varones, uno de 24 y otro de 25. Cuestionarse eso en palabras de Adriana
“es una verdadera crisis a los 51 años”, donde estás en otro momento de la
vida. “Me cambia por completo el esquema que yo creo que era vivir los 50 años,
adquieres más independencia. Me cuestiona por completo el papel tradicional de
la mujer… Queremos ser mujeres del siglo XXI y los varones se siguen quedando
un siglo atrás”.
El reto
mayor de adentrarse a estos temas para Adriana “es llevarlo a la práctica y no
sólo hablarlo, mis hijos también cocinan, pero permanentemente tengo que
cuestionarles que a mí no me tiene que tocar todo. Estoy aquí en lucha constante”.
“La
principal dificultad de enfrentar en este taller es tener seguridad en mí
misma, creer que puedo dar el siguiente paso y adaptarme a la gente joven. Me
ha enriquecido mucho. Como maestra siempre mantienes el poder y la autoridad y
aquí llegas con iguales, con gente menor que tú de la cual aprendes mucho”.
María Adriana
García Bustos vive en Santiago Zapotiltlán desde hace 18 años, colonia a la que
se cambió después de que se divorció. Migrante de diferentes colonias del
Distrito Federal, nació en la colonia Postal en Benito Juárez, después se fue a
vivir a la colonia San Rafael, luego residió casada en Culhuacán y
posteriormente llegó a Tláhuac.
Adriana es
maestra en la secundaria de la Escuela Normal Superior, siempre ha tenido el placer
por la lectura y la lectura en voz alta; como maestra se dio cuenta del arma
seductiva que la palabra puede ser.
Desde hace dos años toma cursos
constantemente en el FARO, desde que se abrió el primer taller para
narradores orales fue invitada y, en esta ocasión, fue convocada para el taller
de Narración con perspectiva de género.
Estela
Coraza Bedolla, oriunda de
Santiago Zapotiltlán. Lleva viviendo aquí aproximadamente 18 años, antes vivía
en la colonia Nápoles, se cambió porque vivía en una vecindad vieja. Su hermana y ella compraron un terreno y se
vinieron para Tláhuac. Estudió hasta
sexto de primaria.
Al Faro Tláhuac llegó para
tomar un curso de computación, luego la invitaron al taller de Lectura en Voz
Alta… El profesor Rafael Hernández dio el taller de narración oral de “y
empezamos a contar cuentos”; la primera
vez que contó “todo se oscureció y no veía nada”. Desde entonces he seguido
practicando y hasta fue a narrar a Coyoacán. En este taller “me sentía muy
bien, pero al principio no le entendía mucho y me costaba trabajo”.
La principal utilidad que le encuentra es saber expresar el cuento
desde la perspectiva de género, esas palabras ya no las recordaba. Antes de
replicar en algún sitio “necesito repasarlo yo solita, luego escribir algo mío
para incorporar la perspectiva y encontrar como aplicarlo en la vida
cotidiana”.
Ignacia
Coraza Bedolla. Lleva 20 años viviendo en Tláhuac, estudió hasta la Prepa y es madre de una hija. Como ella diría tiene 40 y 20, es decir, 60. Lo que más le gustó del taller fue que viniera
su pareja Ricardo con ella. Él es reacio a platicar. “Me gustó mucho el taller,
aprendí cosas que me competen como mujer, cosas que afirmo, como no necesitar
de un varón para salir adelante. He aprendido a leer más y encontrar otros
sentidos”.
Ricardo
Castillo Cervantes, de 73 años de edad… “Vivo
con Nachita desde hace diez años en Zapotiltlán”. Nació en la Gustavo A. Madero
en la Villa, creció entre Peralvillo y Vallejo.
Es padre de dos hijos, de los cuales está desconectado. “Llegué al
taller de género porque Nacha me empezó a impulsar, yo era muy dado a los
trabajos manuales, pero ahora he
empezado a introducirme en este tipo de talleres. Para mí hay muchas aportaciones porque yo nunca tuve
una educación formal, por eso su importancia es mucha. Yo no sé hasta donde
pueda llegar, pero ahí vamos.”
El taller de Narración con perspectiva de género inició
el 23 de agosto; el 27 de septiembre presentaron ante el público una función
donde dieron cuenta del cuaderno-diario, de la historia de su nombre y narraron
la historia que seleccionaron para compartir la perspectiva de género.
El 4 de octubre, a
manera de cierre, el grupo grabará en audio las historias que analizó a lo largo
de veinte horas de sesión repartidas en seis clases… Se pretende que estas
grabaciones conformen un cede que se pueda distribuir gratuitamente o a un bajo
costo… La idea es compartir con otras y
con otros cuentos de la literatura universal, de la tradición oral y de las
historias de vida para empoderarnos como seres humanos.
Habrá que señalar
que hubo compañeros y compañeras que modificaron o cambiaron sus historias, “porque
se dieron cuenta que no tenían perspectiva de género y que seguían
reproduciendo roles machistas”, asevera Carolina Velázquez y agrega: principalmente
las compañeras celebraron mucho estas modificaciones y hasta les aplaudieron,
porque si se dieron cuenta que al ser contadores de historias y enfrentarse a
diversos públicos sí tienen mucha responsabilidad de qué cuenta y desde qué
perspectiva; se dieron cuenta que como narradores orales y artistas escénicos sí
pueden aportar mucho para que esta sociedad sea más equitativa y mucho más
justa entre hombres y mujeres… Hena Carolina Velázquez Vargas finaliza: “Fue un
buen grupo, me quedo muy contenta”. // 1o. de octubre de 2012. Entrevistas: Abril Olivares Texto: Florina Piña Fotos: AOR y FPC
Suscribirse a:
Entradas (Atom)