martes, 12 de mayo de 2009

Que no te convenza la influenza


No me van a convencer de otra cosa!!!!

México es bello, muy bello, sobre todo por su gente.

Me tocó vivir el México de la influenza. El festival de Cuenteros al que iba a participar fue vorazmente atacado por una "epidemia" catastrófica que destruyó todo en México: la irracionalidad llevada al máximo de una pandemia.

Desde que llegué el sábado 25 de abril la OMS fue subiendo las alertas del amarillo al rojo. Llegó a fase 5, ¿para proteger a los mexicanos?. El gobierno de Mexico y los medios masivos de comunicación sembraron el pánico cuando debieron sembrar el cuidado y la cordura. Quisiera creer que realmente fue para proteger al pueblo, pero... ¿realmente fue así?.

Las medidas de "cuidado" que tomó el gobierno y la cobertura amarillista de los medios de “información” ¿?, supuestamente para proteger a los mexicanos, generaron grandes perdidas en la producción, bajaron el PBI, generaron conflictos laborales y exacerbaron la discriminación.

Tu vecino, por decreto de los medios, el gobierno y la OMS pasó a ser tu "enemigo" y si no usabas barbijo eras ya un asesino.

No se podían reunir las personas, no te podías tocar, ni abrazar, ni mucho menos besar.

Para evitar situaciones de contagio se cerraron las escuelas, sin prever que muchos de los chicos que no iban a las escuelas no tenían donde ni con quien quedarse, por lo que debían ser trasladados (antes de ir a trabajar) a casas de tías, abuelos o amigos (cuando se los tenía) en los medios de transporte (metro, colectivos, etc.) absolutamente congestionados de potenciales transmisores de virus del terror.

Cerraron los bares y restaurantes, pero la gente debía ir a trabajar y no tenía donde comer más que apiñados en los puestos callejeros de tacos, que no cerraron sus puertas por que no tienen, como tampoco tenían ningún tipo de “control sanitario”.

Los camiones militares circulaban por toda la ciudad repletos de militares armados con fusiles ¿para evitar aglomeraciones?, casi un estado de sitio.

La consigna era, no salga a la calle, quédese en su casa viendo la tele, no se encuentre con nadie, no hable, no piense, no pregunte: calle y obedezca, el peligro esta afuera, cualquiera puede meterte el virus. Todo un shock paralizante. Se puede hablar de epidemia, si, ¿pero grado 5? cuando los casos confirmados de muerte por este virus (mayoritariamente en situaciones de riesgo por embarazo, sida y antecentes de problemas respiratorios) fue de 29 personas en un pais como Mexico cuya población, sólo en su distrito federal, es casi igual a la población de toda la Argentina. La enfermedad tiene cura, si se detectan sus síntomas a tiempo y es tratada. ¿Por que la OMS no declara pandemia al hambre que mata muchos mas niños por hora en el mundo? Pero declaró la pandemia y muchos en todo el mundo se rasgaron las vestiduras aterrados.

Muchos países cerraron sus puertas a México. El gobierno de Argentina fue uno de los primeros. No se podía esperar menos de un gobierno que vació sistemáticamente de insumos, equipamiento y profesionales capacitados a los hospitales públicos y despreció los reclamos de los trabajadores de la salud en las últimas décadas. Un gobierno que no supo (ni quiso) implementar políticas de prevención contra el Dengue no podía arriesgarse a que le "entre" este virus, ignorando letal y estúpidamente que un virus no viaja sólo en los vuelos directos de México a Buenos Aires.

Destruyeron la economía de un país destruyendo la confianza en el otro de un pueblo, el pueblo mexicano, y la confianza de los pueblos del mundo hacia el pueblo mexicano.

De corazón le pido a la OMS , los gobiernos de nuestros países y los medios masivos de comunicación que no me cuiden. Prefiero cuidarme solito, aceptando los riesgos que ello implique. Si llego a sentir algún síntoma de cualquier enfermedad, iré al medico urgente, por mi y por los míos, pero que los gobiernos y los organismos internacionales de salud no me "cuiden" ¡por favor! y respétenme, como no lo hicieron con el pueblo mexicano a quien le faltaron el respeto presumiendo que no tendrían la suficiente capacidad, madurez e inteligencia como para informarles adecuadamente las medidas de precaución que debían tomar para cuidarse entre ellos mismos.

¿Que hizo el pueblo mexicano? Primero se asustó, quien no, si te apuntan a matar. Pero luego comenzó a reírse de la muerte, como lo viene haciendo desde antes de la conquista. Aparecieron los barbijos dibujados sacándoles la lengua, las canciones y los videos de you tube. El humor caminó de la mano con la cordura y con la salud.

Qué gran pueblo estos mexicanos.

Pero en medio de todo esto llegamos al Distrito Federal un grupo de cuenteros desde Brasil, España, Venezuela, Camerún, Colombia, de diferentes estados de México y yo de Argentina, para participar de dos festivales de narración. Nos encontramos una ciudad “sitiada”, por la locura más que por la fiebre, y sin tener un espacio para contar nuestros cuentos. Gracias al esfuerzo de los organizadores pudimos llegar a algunas radios y contarles historias a los mexicanos, pero también nos cerraron las puertas por que debían emitir los comunicados que seguían sembrando el terror en la gente.

¿Qué hicieron nuestros anfitriones? Movieron cielo y tierra para contenernos y cuidarnos, nos dieron su afecto y comprensión. Se jugaron. Le pusieron el pecho a la tragedia y nos defendieron con dientes y uñas. Pero con un país paralizado, debimos regresarnos a nuestros lugares de origen. Claro, siempre y cuando nuestro país nos recibiera, pero la embajada argentina en México no atendió ninguno de los llamados que hicimos en esos días ni respondió los correos electrónicos que les enviamos.

Personalmente debo agradecerle a la vida el haber encontrado a personas como Florina Piña y su equipo integrado por Rocío (entrañable), Érika (un cielo con sol incluido), Dulce (nunca un nombre mejor puesto), David y Rafa, entre otros que no recuerdo hoy sus nombres pero los guardo en mi corazón. Les agradezco su grandeza de ánimo y de buenas gentes. Y también lo hago con Víctor Arjona y Ángel del Pilar, que me sumaron a sus invitados a la hora de la contención afectiva y personal, abriéndome las puertas de su casa y de sus espacios de narración para compartir con ellos mis historias, una gran curita para el alma, como bien dice mi muy querida Ileana Panello (Neuquén – Argentina). Agradezco también a Laura Casillas y Walter Díaz Ovalle, con quienes no tuve oportunidad de encontrarme, pero estuvieron siempre presentes.

¿Que hicimos los cuenteros invitados? Luego de la angustia inicial, apelamos a los cuentos, los que siempre nos han salvado, y nos contamos historias, y nos emocionamos y nos reímos, y nos dimos cuenta que jamás estará muerto quien apuesta a la vida. Abrimos nuestros corazones a las palabras y nos dejamos atravesar por ellas, encontrándonos en las miradas y los abrazos.

Que bueno fue encontrarme con tan bonita y buena gente como Cadú de Brasil, Rosana de Perú-Brasil; Flora de Venezuela, Larry (Perry) de España, Samuel de Camerún, Fercho y Maye de Colomboargentina, Angélica y Saúl de México. A todos ellos, que aportaron sonrisa, ternura y salud, durante esos angustiantes días, mi profundo agradecimiento.

En fin, ya estoy de vuelta, rodeado de la alegría y afecto de mi familia y mis amigos por tenerme de regreso sano y salvo. ya estoy aquí, tomando conciencia de haber sido uno mas de los damnificados por la irracionalidad de una sarta de locos afiebrados por un virus mucho mas letal que el de la influenza, como lo es el virus del poder que infecta a los que manejan los medios, los gobiernos y la OMS.

Agradezco al pueblo mexicano que apela a la cordura, a los laburantes de la cultura que nos cobijaron y a mis compañeros de infortunio y maravillosos artistas que compartieron conmigo su arte y alegría.

Mi consejo, si quieren lo toman y si no lo dejan:

No crean a la OMS , ni a los gobiernos, ni a los medios de comunicación, por que mienten para ocultar verdades, para engañarnos.

Confíen mas en su propio corazón, en su genuina intuición y en los cuentacuentos que siempre cuentan mentiras pero sólo para decir muchas verdades.

Y vean en you tube dos videos que dan muestra de la resiliencia de los cuenteros:que no te convenza la influenza 1 y 2!!!!!!









Mi corazón en un abrazo para todos ustedes

Rubén desde Córdoba - Argentina.
http://www.rubencuenta.com.ar/

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