sábado, 6 de octubre de 2012

LITERARIA




¡LIBERACIÓN FEMENINA?






AMOR POR LOS IDEALES

Al grito de “yo no soy criada de nadie”, Juanita abandonó el lecho conyugal.
Volvió pronto, porque se había olvidado de tender la cama.

Rosa Beltrán

*
EL PRÍNCIPE

Poco después de la media noche el príncipe sale sigilosamente del castillo, mientras Cenicienta duerme profundamente.
Con un afán incontrolable, el príncipe va en busca de la hermanastra
de su esposa, aquélla mujer cuyos enormes pies tanto le fascinaron.

Estrella Burgos

* * *

SCHEREZADA
-Scherezada –exclamó indignado el sultán- estoy dudando de que seas pura. ¡Explícate! Y ella no tuvo más remedio que empezar a contarle un cuento...
*
-¿De dónde sacas tantas historias? -preguntó el sultán, pero Scherezada jamás le reveló lo de su apuntador electrónico,
 ni de su hermana escondida en una recámara alejada,
con un libro de cuentos en la mano y un “walkie-talkie” en la otra.

*
-Deberé eliminarla- decidió el sultán en la noche mil dos- a pesar de que es muy bella, pero es insoportable su cantilena diaria:
“te cuento un cuento”, con esa manía suya de dejar pendientes las historias en lo más interesante.  Además, lo peor:  a últimas fechas se repite.

José Luis Zarate Herrera

¡¡¡¡¡PORQUE ESTAS HISTORIAS PUEDEN CAMBIAR 
SI TODOS NOS LO PROPONEMOS... OH, SÍ!!!


viernes, 5 de octubre de 2012

DÍA DE MUERTOS


CIERRE DE TALLER Alfabetización


Los habitantes de Tláhuac contribuyen al arte y a la cultura del DF más allá del amaranto: ésta es la conclusión del taller de Alfabetización: las lecturas del mundo.


La cultura no queda exenta de prácticas excluyentes y violentas
 

Personas de la tercera edad se incentivan para seguir creciendo en materia educativa y cultural.





COMO TALLERISTA DESEABA UN CIERRE ESPECIAL, que se concluyera el programa previsto, sí; pero también concluir con algo emotivo, que dejara la puerta abierta para que los asistentes siguieran explorando su escritura y su formación artístico-cultural. Habrá que recordar que la mayoría de estos son adultos mayores decididos a seguir aprendiendo.

La idea de cerrar diferente me surgió  cuando en  las primeras clases, María Aurora Nazario Rodríguez –de 65 años de edad- llegó muy molesta contándonos que el taxista -con quien viajó para llegar al curso- le había preguntado qué era el FARO. Cuando ella le contestó que era un centro de producción artística y cultural, él se quedó sorprendido y le respondió: “¿Cultura?, pero si en Tláhuac la única cultura que tienen es la del amaranto! Los mexicanos no sabemos apreciar el arte… Arte y cultura, la que se hacen en Europa, señora.”  “Quisiera tener elementos –confesó Aurora- para responderle”. 

El enojo y la impotencia de ella los compartimos el grupo  y en seguida pensé que ese sería la reflexión de cierre del taller: vernos a nosotros mismos como productores, consumidores y reproductores de cultura. Por eso, la actividad planeada consistió en pedirles que llevaran la última sesión un objeto que ellos hubieran creado, diseñado, confeccionado en algún momento de su vida.

Todos y todas cumplieron con la tarea. La emoción de mostrar su objeto se reflejaba en sus rostros. La indicación fue que cada uno contará al resto de los asistentes la historia de esa creación: ¿cuándo la elaboraron, qué sentían mientras la realizaban, si la idea original que tenían cambió mientras la iban realizando y cómo quedó el producto final? Sus historias fueron arrojando elementos para acercarnos a la definición de cultura que la UNESCO señala: conjunto de normas, reglas, tradiciones que conforman un tejido social.

Guadalupe Sánchez Rosales, de 58 años de edad y oriunda de Chiapas, sacó una bolsa de mano realizada en tela bordada con flores de listón. Nos contó que a ella le gusta bordar paisajes de la naturaleza, porque es una forma de revalorarla y recordar “las gotas de rocío que en las mañanas aparecen sobre las flores”. Sin darse cuenta, Guadalupe estaba hablando sobre el proceso de observación y representación de la realidad. Observar para disfrutar y actuar ante la realidad, esa realidad que captamos a través del tacto, la vista, el olfato y la piel.



Siguió el turno de Aurora, quien se caracteriza por su sensibilidad hacia las actividades culturales, ella al mismo tiempo que toma talleres en el FARO, acude a otro de Creación Literaria en la Casa Refugio Citlaltépetl ubicado en la colonia Condesa, donde le dejaron crear un cuento de ciencia ficción que compartió con nosotros. Su historia la escribió luego de que un noticiero mostró las primeras fotografías de Marte. La imagen del planeta rojo se le quedaron grabadas hasta llevarla a imaginarlo como habitable. Todos le aplaudimos su narración.



Tocó el turno a Ricardo Castillo, de setenta años de edad y esposo de Ignacia -quien también acudió al taller. Después de calificarse de áspero y callado contó la historia de la pintura en acrílico de un gato cuyo cuerpo tenía forma de “M”; la cual fue realizada en una época en la que él bebía mucho alcohol e incluso tuvo problemas con éste. “La pintura me permitía que no me ganaran los malos pensamientos” dijo.


Las necesidades humanas no solamente son físicas también son espirituales. Si  la pintura, la escritura, la danza, entre otras estuvieran democratizadas, la forma más común para sacar nuestra tristeza, angustia y desolación sería a través de procesos creativos. 


Ignacia Coraza, de 60 años de edad, llevó una toalla de tela afelpada decorada con encaje y listón de flores naranjas y beige. La selección de colores le llevó algunas tardes a Ignacia y es que ella quería que su toalla fuera una expresión de su personalidad cálida. Tanto le apasionó, seleccionar los colores del listón y del encaje que desde ese día lleva confeccionado ya ocho toallas y una sábana; mismas que le permiten embellecer el hogar que habita. Hay que decir que la toalla de Nachita nada le pide a las confeccionadas y distribuidas por las grandes cadenas comerciales…


Francisco Atayde por su parte llevó dos piezas de fierro que encontró en una caminata por el bosque, ambas pertenecían a las vías del ferrocarril; una era un clavo y la otra seguramente sostenía a los durmientes. Al verlas juntas pensó que podrían adquirir la forma de una madre abrazando a su hijo, un ave o incluso hasta dos amantes abrazados. Su oficio de herrero le permitió tener las habilidades para crear su pequeña escultura. Con lo cual pudimos platicar de la técnica, como un elemento cultural. También nos mostró un pequeño pedestal elaborado con un tornillo gigante donde un alacrán de alambre de cobre luce como una pieza de museo… Tal vez Francisco es el más sorprendido con sus avances en la escritura, descubrió la importancia de la puntuación y cómo a través de ésta se le imprimen tonos y ritmo a las palabras escritas.  

A sus sesenta y tantos años está decidido a seguir explorando el signo escrito.




Mayra Beltrán tiene 31 años, es mamá de una niña de tres años de edad, es habitante de la colonia Miguel Hidalgo. Ella llevó una pequeña escultura de plastilina y arcilla con la figura de Mafalda de las tiras cómicas del argentino Quino. Su creación fue parte de un taller de modelado y la hizo porque para ella Mafalda es un personaje crítico que le gusta mucho y que le ha mostrado puntos de vista que le permite diversas lecturas sobre un hecho. Su pequeña escultura la tiene junto al teléfono de su casa, en la sala; al verla la gente que la visita le pregunta quién es y en ello ve una posibilidad de que otra gente se interese por leer las tiras cómicas argentinas. 

Los asistentes quedaron convencidos que son o pueden ser productores culturales en potencia contraviniendo los principios que desde el siglo XVII se difundían sobre que sólo era una élite cultural la que producía e innovaba la cultura. La cultura popular realizada por amas de casa, obreros, pensionistas y trabajadores de oficios como la herrería trasciende entonces las prácticas excluyentes y violentas y revaloran sus derechos.


EL APRENDIZAJE ES CONTINUO
El taller de Alfabetización: La lectura del mundo inició el 21 de agosto y concluyó el 2 de octubre en las instalaciones del Faro Tláhuac, ubicado sobre Av. La Turba s/n (en el interior del Bosque de Tláhuac) en la colonia Miguel Hidalgo; fue auspiciado por la asociación civil Cuenteros y Cuentistas en el marco del Programa de Coinversión para el Desarrollo Social del Distrito Federal 2012…

Este curso comenzó con una propuesta de alfabetización cuya metodología de trabajo (círculos de cultura) se basó en la metodología pedagógica del brasileño Paulo Freire, quien sostenía: “la lectura del mundo precede a la lectura de la palabra escrita”. Leer la realidad en su sentido más amplio, leer desde los múltiples lenguajes existentes.

Leer y escribir implicó, en este taller, cuestionarnos nuestra forma actual de vida, revisar nuestra historia personal, promover la lectura crítica de cualquier texto. El grupo se integró con siete personas que ya tenían conocimientos de lecto-escritura. El trabajo se concentró en ejercitar su redacción, incorporar el uso de signos de puntuación y en fortalecer su estructura sintáctica. Para ello, en cada sesión se leyeron cuentos y relatos que permitieron hablar desde la perspectiva de género, por ejemplo, La otra frontera, de Cristina Pacheco; La Princesa y el pirata de Alfredo Gómez Cerdá y Teo Puebla; Las Vacas de Quiviquinta de Franciso Rojas Gónzalez y La Tarzana de María del Mar Quirós Leal y María Ángeles García Cordero.

Se practicó el análisis de contenido después de las lecturas seleccionadas, en el que se revisaron los textos desde sus contenidos femeninos y masculinos. Se abordó la cantidad de protagonistas, la descripción de cada uno de estos, su parentesco, personalidad, ocupación, estereotipos… El diálogo y el análisis de contenido arrojó elementos para comprender las prácticas inmiscuidas en la violencia de género  como son la invisibilización y la discriminación de lo femenino en el lenguaje, en el hogar, en lo laboral y a veces también en el ámbito académico.

A pesar de la ironía y la crítica al machismo o actitudes patriarcales que algunos textos puedan incluir, aún queda un sesgo muy marcado contra la mujer. La escritura de historias con perspectiva de género aún explora una primera etapa; falta mucho por hacer en esta materia.

Se invitó a la comunicóloga, Florina Piña quien es responsable del proyecto La palabra: herramienta que empodera para compartir con los asistentes la importancia de diferenciar la comunicación oral de la escrita, con el fin de comprender que son lenguajes diferentes. La estructura, el léxico, la ortografía y la madurez sintáctica son imprescindibles en el segundo. Con base en estos elementos, Piña realizó un diagnóstico de escritura a cada uno de los tallerandos, con el fin de auto-reconocerse y subsanar los “huecos” escriturales; reflexionar más sobre el lector-receptor de estos, pues ello garantizará texto-discursos exitosos.

Habrá que señalar que cuatro de los siete participaron asistieron paralelamente al taller de Narración oral con perspectiva de género impartido por Hena Carolina Velázquez; esto nos permitió trabajar en conjunto tanto la escritura como el lenguaje oral.

El taller de Alfabetización: La lectura del mundo concluyó, sin embargo, deja abierta la necesidad de seguirle apostando en la formación educativa y artística de los hombres y mujeres de la tercera edad, habitantes de la delegación Tláhuac; ellos y ellas como instituciones morales de su familia tienen mucho que aportar en la restitución del tejido  social. Ojalá haya muchos otros talleres que los beneficie. Gracias. // Abril K. Olivares del Río, tallerista



miércoles, 3 de octubre de 2012

PROXIMAMENTE





Soy Marconio (contador público de cuentos). Desde hace 18 años me dedico al arte de la narración oral. Me he presentado en múltiples foros de México y de diversos países. Vivo de la palabra, creo en la palabra y en el poder que tienen los cuentos para transformar al ser humano.

   Este año, el FONCA (Fondo Nacional para la Cultura y las Artes) me otorgó la beca de Creadores Escénicos, en el área de Narración Oral. Me siento bendecido por ello y durante meses he investigado sobre Sustentabilidad, Ecología, Educación Ambiental; y he buscado cuentos para montar un espectáculo que compile algunos de los materiales que he encontrado. El resultado es un espectáculo que se llama:

LA GENTE, EL AGUA, LA TIERRA
Cuentos para un México Sustentable


Es un espectáculo de narración oral que pone de manifiesto la necesidad de renovar nuestra ética ecológica y la relación armónica con la naturaleza. Es claro que debemos re-aprender y reconsiderar los saberes ancestrales, en busca de una vida mejor para nosotros y un futuro viable para las generaciones venideras.

   Mi compromiso con el FONCA, y con la comunidad que me ha favorecido con la beca, es hacer presentaciones de este espectáculo, entre los meses de octubre, noviembre y diciembre. 

     Quede al pendiente de la programación de funciones... 

lunes, 1 de octubre de 2012

NARRACIÓN ORAL CON PERSPECTIVA DE GÉNERO



Estoy
aquí
en
lucha 
constante
TALLER DE NARRACIÓN ORAL 
CON PERSPECTIVA DE GÉNERO
*
ORGANIZAN: CUENTEROS Y CUENTISTAS AC 
Y FARO TLÁHUAC


ÉSTA ES LA RESPUESTA QUE DA ADRIANA, una de las asistentes del Taller… La instructora es Hena Carolina Velázquez: periodista, feminista, capacitadora y terapeuta Gestalt especializada en el área corporal; pero también es contadora de historias… En su vida cotidiana Carolina muestra la mujer que es, con sus conocimientos, experiencias de vida, interés por empoderar  a las mujeres que la rodean en las circunstancias diversas y abraza a los hombres que están en el camino por reconocer los roles y estereotipos de género; y a quienes no, que se cuiden de su palabra clara, honesta y abierta porque Carolina no es condescendiente. Y eso se agradece, porque en esto de empoderarnos lo que más nos cuesta es reconocernos con los estigmas del violentador o violentadora, del victimario  o victimaria… Y eso justamente es lo que hay que superar.



Como parte del proyecto La palabra: herramienta que empodera, del Programa de Coinversión para el Desarrollo Social del Distrito Federal, Carolina impartió el taller en el Faro Tláhuac… Tuvo doce inscritos, la mayoría son mujeres; sólo tres hombres se inscribieron… Quien fuera colaboradora de la agencia de noticias Comunicación e Información de la Mujer, CIMAC, reconoce que fue muy bueno contar con la presencia de compañeros., pues en estos temas de género y equidad de debe incluir siempre a los varones…


Alrededor del setenta por ciento de los asistentes cuenta con más de sesenta años, cómo es que ante “las resistencias” que implica contar con esta edad y una cultura familiar determinada es que se puede contribuir en el cotidiano con los temas de género… Carolina contesta:

En este grupo prácticamente no hubo resistencias, sus integrantes son sensibles ya a saber que es importante el respeto a los derechos humanos de las personas, un terreno ya abonado para hablar de perspectiva de género y de cómo el objetivo de esta propuesta es el reconocer que las mujeres somos sujetas de derechos, cómo humanas que somos.




¿Fue sencillo abarcar esta temática con este perfil de público? Velázquez Vargas, agregó:
Lo que si había por lo menos en diez de sus integrantes –de un total de doce— es una gran confusión respecto a tres conceptos básicos y centrales para entender qué es, para qué y cómo se aplica la perspectiva de género en general para vivir respetando los derechos humanos de las personas y en particular en la narración oral. Los conceptos son: sexo, género y perspectiva de género.

Uno de los aspectos que se impulsaron en el taller fue la importancia de darnos cuenta quiénes somos a partir de nuestra propia historia, entendida ésta como un proceso de vida en el que hemos realizado infinidad de cosas, esto permite ir quitando de manera individual y en el grupo prejuicios, estereotipos y calificaciones y reconocer que nuestra experiencia –cualquiera que ésta sea-- tiene un valor.




Este reconocimiento a partir de la historia individual, la tallerista lo llevo a través de tres ejercicios:

1. Escoger un cuaderno que se usaría como un diario de narración oral y que estuviera relacionado con la imagen de lo que soy como persona (color, tamaño, forma, dibujos). Escribir en él, tanto los apuntes de las sesiones del taller (incluidas las tareas y los ejercicios) y todo los comentarios, imágenes, historias relacionadas con el proceso de narración oral de cada integrante del taller. 2. Escribir la historia de su nombre cómo un ejercicio central de identidad. 3. Escoger un cuento relacionado a la pregunta ¿qué tiene que ver conmigo?, analizarlo y ver cómo se podría contar con perspectiva de género, tomando en cuenta para esto último: tema, desarrollo de la historia, principio y final, que en él se pudiera mostrar la forma cómo nos relacionamos las mujeres y los hombres en esta sociedad.

Habrá que señalar que el grupo del taller Narración oral con perspectiva de género fue constante; excepcionalmente alguien faltó o dejó de compartir sus reflexiones sobre su historia individual… Este compromiso de auto revisión y exposición del análisis logró que el grupo se compactara en materia de cooperación, fraternidad y una solidaridad muy especial al volverse replicadores de los temas de género y equidad no sólo como contadores de historias, sino como hombres y mujeres, madres o padres, abuelas o abuelos; hijos de familia, compañeros o compañeras de clase o de trabajo…

Habrá que decir que no es gratuita la presencia de Cuenteros y Cuentistas AC en el Faro de Tláhuac, pues hay una relación de amistad y colaboración desde hace alrededor de cuatro años. Estamos convencidas que nuestra misión y visión coincide con la de su director Martín González y la de sus colaboradores: Alejandro  Rincón, Nayma Hernández y resto del equipo de esta Fabrica de Artes y Oficios con respecto a cómo contribuir desde el arte y la cultura no sólo para que la comunidad de la ciudad de México se apropie de sus derechos e incidir en la restitución del tejido social a fin de reducir la violencia intrafamiliar y social, de valorar el trabajo comunitario y el patrimonio de una delegación con una presencia rural importante y un ecosistema aún rico en materia lacustre y paisajista.  

Incidimos de manera conjunta a formar un público ciudadano que tenga cada vez más elementos para interpretar su realidad e interpretarse mejor así mismo. Por eso estamos agradecidas con los amigos del Faro Tláhuac por sumarse a nuestros proyectos y abrirnos su casa para compartir desde nuestro quehacer que es contar cuentos y promover las diversas lecturas del mundo…

Además, qué mejor llevar a cabo este taller de Narración de cuentos con perspectiva de género en un espacio natural donde se respiran los libros de su biblioteca; los murales diversos que adornan paredes, vitrinas, ventanales… Donde paralelamente se compare con otros talleristas y tallerandos; donde desde el policía, el personal de intendencia, administrativos y directivos en conjunto promueven la libertad de tránsito y el pensamiento crítico; donde todo está acomodado para respirar arte… Gracias amigos del Faro Tláhuac.







*
A continuación, conocerá tres testimonios de asistentes al taller…

María Adriana García Bustos. A sus 51 años, asiste a este taller como una oportunidad “determinante para crecer,  para enfrentar la soberbia que luego la gente mayor tiene, pues piensan que ya no tienen nada más que descubrir”.

Este taller le permite cuestionar “qué es ser mujer”, qué papeles está reproduciendo como madre de dos  varones, uno de 24 y otro de 25. Cuestionarse eso en palabras de Adriana “es una verdadera crisis a los 51 años”, donde estás en otro momento de la vida. “Me cambia por completo el esquema que yo creo que era vivir los 50 años, adquieres más independencia. Me cuestiona por completo el papel tradicional de la mujer… Queremos ser mujeres del siglo XXI y los varones se siguen quedando un siglo atrás”.

El reto mayor de adentrarse a estos temas para Adriana “es llevarlo a la práctica y no sólo hablarlo, mis hijos también cocinan, pero permanentemente tengo que cuestionarles que a mí no me tiene que tocar todo. Estoy aquí en lucha constante”.
“La principal dificultad de enfrentar en este taller es tener seguridad en mí misma, creer que puedo dar el siguiente paso y adaptarme a la gente joven. Me ha enriquecido mucho. Como maestra siempre mantienes el poder y la autoridad y aquí llegas con iguales, con gente menor que tú de la cual aprendes mucho”.
María Adriana García Bustos vive en Santiago Zapotiltlán desde hace 18 años, colonia a la que se cambió después de que se divorció. Migrante de diferentes colonias del Distrito Federal, nació en la colonia Postal en Benito Juárez, después se fue a vivir a la colonia San Rafael, luego residió casada en Culhuacán y posteriormente llegó a Tláhuac.
Adriana es maestra en la secundaria de la Escuela Normal Superior, siempre ha tenido el placer por la lectura y la lectura en voz alta; como maestra se dio cuenta del arma seductiva que la palabra puede ser.
Desde hace dos años toma cursos  constantemente en el FARO, desde que se abrió el primer taller para narradores orales fue invitada y, en esta ocasión, fue convocada para el taller de Narración con perspectiva de género.



Estela Coraza Bedolla,  oriunda de Santiago Zapotiltlán. Lleva viviendo aquí aproximadamente 18 años, antes vivía en la colonia Nápoles, se cambió porque vivía en una vecindad vieja.  Su hermana y ella compraron un terreno y se vinieron para Tláhuac. Estudió hasta  sexto de primaria.

Al Faro Tláhuac  llegó para tomar un curso de computación, luego la invitaron al taller de Lectura en Voz Alta… El profesor Rafael Hernández dio el taller de narración oral de “y empezamos a contar cuentos”;  la primera vez que contó “todo se oscureció y no veía nada”. Desde entonces he seguido practicando y hasta fue a narrar a Coyoacán. En este taller “me sentía muy bien, pero al principio no le entendía mucho y me costaba trabajo”.

La principal utilidad que le encuentra es saber expresar el cuento desde la perspectiva de género, esas palabras ya no las recordaba. Antes de replicar en algún sitio “necesito repasarlo yo solita, luego escribir algo mío para incorporar la perspectiva y encontrar como aplicarlo en la vida cotidiana”.



Ignacia Coraza Bedolla. Lleva 20 años viviendo en Tláhuac, estudió hasta  la Prepa y es madre de una hija.  Como ella diría tiene 40 y 20, es decir, 60.  Lo que más le gustó del taller fue que viniera su pareja Ricardo con ella. Él es reacio a platicar. “Me gustó mucho el taller, aprendí cosas que me competen como mujer, cosas que afirmo, como no necesitar de un varón para salir adelante. He aprendido a leer más y encontrar otros sentidos”.


Ricardo Castillo Cervantes, de 73 años de edad… “Vivo con Nachita desde hace diez años en Zapotiltlán”. Nació en la Gustavo A. Madero en la Villa, creció entre Peralvillo y Vallejo.  Es padre de dos hijos, de los cuales está desconectado. “Llegué al taller de género porque Nacha me empezó a impulsar, yo era muy dado a los trabajos manuales, pero ahora  he empezado a introducirme en este tipo de talleres. Para mí  hay muchas aportaciones porque yo nunca tuve una educación formal, por eso su importancia es mucha. Yo no sé hasta donde pueda llegar, pero ahí vamos.”




El taller de Narración con perspectiva de género inició el 23 de agosto; el 27 de septiembre presentaron ante el público una función donde dieron cuenta del cuaderno-diario, de la historia de su nombre y narraron la historia que seleccionaron para compartir la perspectiva de género.







El 4 de octubre, a manera de cierre, el grupo grabará en audio las historias que analizó a lo largo de veinte horas de sesión repartidas en seis clases… Se pretende que estas grabaciones conformen un cede que se pueda distribuir gratuitamente o a un bajo costo…  La idea es compartir con otras y con otros cuentos de la literatura universal, de la tradición oral y de las historias de vida para empoderarnos como seres humanos.



Habrá que señalar que hubo compañeros y compañeras que modificaron o cambiaron sus historias, “porque se dieron cuenta que no tenían perspectiva de género y que seguían reproduciendo roles machistas”, asevera Carolina Velázquez y agrega: principalmente las compañeras celebraron mucho estas modificaciones y hasta les aplaudieron, porque si se dieron cuenta que al ser contadores de historias y enfrentarse a diversos públicos sí tienen mucha responsabilidad de qué cuenta y desde qué perspectiva; se dieron cuenta que como narradores orales y artistas escénicos sí pueden aportar mucho para que esta sociedad sea más equitativa y mucho más justa entre hombres y mujeres… Hena Carolina Velázquez Vargas finaliza: “Fue un buen grupo, me quedo muy contenta”. // 1o. de octubre de 2012. Entrevistas: Abril Olivares Texto: Florina Piña  Fotos: AOR y FPC