miércoles, 29 de febrero de 2012




Hay que irse para quedarse
HISTORIA DE MIGRANTES

Por Abril Olivares
Centro Histórico, Ciudad de México; 29 de febrero de 2012. ¿A DÓNDE NOS LLEVARÁN NUESTROS PASOS? Me pregunto, después de escuchar el primer cuento de la noche a cargo de Elia Crotte que nos ha llevado a la frontera entre la vida y la muerte. Sí, pero no piense en tragedias; pues esta muerte fue una muerte enamorada que supo esperar el paso del tiempo para que el amado viniese al mundo de los muertos y lo esperó con los brazos abiertos y no precisamente vestida de mantón negro y guadaña.

Elia, fue alumna de Marcela Romero, tiene quince años como cuentera y esta noche ha sido la responsable de abrir la función. Y vaya manera de empezar y es que Elia Crotte tiene candor, gusto, jolgorio, ritmo alegre y arrabalero cuando ofrenda una historia a su público, quien por cierto anoche fue muy generoso con el aplauso para ella y para el autor del cuento que narró y que estaba sentado junto a ella: el colombiano Triunfo Arciniegas (premiado en diversas ocasiones por su literatura infantil).

Nuevamente me hago la pregunta ¿A dónde nos llevarán nuestros pasos? Lo cuestiono como si sólo dependiera de nuestra voluntad, que ingenuo decir eso en medio del México violentado que estamos viviendo. Y entonces me respondo: uno sabe dónde nace pero no dónde va a morir, como reza el refrán aquél que también le da nombre a un espectáculo de cuentería de Moi Mendelewicz.

Hay que irse para quedarse es el nombre del espectáculo unipersonal que Marcela Romero presentó anoche magistralmente en el Gran Hotel de la Ciudad de México, frente a cuarenta y dos personas como público; entre alumnos, amigos y fans de los cuenteros.

Marcela arrancó con un sutil movimiento de la mano derecha cubriéndose la cabeza con un rebozo gris. Su cara se transformó en la cara de una mujer indígena mixe que se decía: ­¿Qué voy a hacer si no llama en siete días?, éste es el último hijo que me queda.” Frente a nosotros se nos presentó una escena que parecía haber salido de alguno de los cuentos del Llano en Llamas; como si el mismo Juan Rulfo estuviera delineando los detalles escénicos. La desolación del paisaje, la tierra cuarteada, las voces de los que ya no están y que son recreadas por la cuentera…
“¿Quién va a cuidar a mis muertos?” del autor Luis Humberto Croswhite, coronó la noche. Una historia que deja ver el ritual de hombría que para muchos significa pasar del otro lado. Refleja
muy bien ese momento en que muchos señalan con orgullo y convencimiento: “Ha llegado el momento de cruzar la frontera.”

Concluido ese cuento testimonial, el ambiente en el Gran Hotel se transformó. La atención de los escuchas se concentró en el escenario en el que Marcela ha colocado un camino, con hojas de periódico, emulando el Río Bravo. Quizá alguna de esas hojas informa: “Alertan a migrantes del peligro de cruzar el desierto fronterizo” o “detienen a un hombre luego de comprobar que traficaba con migrantes” o “aprehenden a pollero que abandonó a treinta en el desierto, se dice que entre ellos hay niños y ancianos”.

“Los migrantes saben que es una chinga cruzar”, señala Marcela en sus cuentos; pero jamás se imaginan el infierno que vivirán de intentarlo en serio. El clima extremoso, la desolación en el desierto, el camino sinsentido, sin brújula, ni guía. El abandono. La traición. La muerte.

Durante el espectáculo, los meseros se cruzan para atender las mesas, distraen, sí; pero es inevitable su paso. Al tiempo su recorrido es fantasmal, nadie les presta atención, salvo quien ordena una cerveza o un ron, una limonada. El público está sensibilizado, atento. Sigue cada movimiento de la narradora, la mira expectante. El ritmo va en aumento, tanto como el drama, la tragicomedia de las historias; como ésta:
Hay de migrantes a migrantes, pero sentir que uno está con su ser en una tierra desconocida no es nada fácil como seguro le sucedía a Pantaleón el hijo de Remigio… Desde hace años en el pueblo de Remigio, los hombres se van al otro lado a trabajar. Luego regresan y construyen sus casotas. Si ustedes las vieran, con unas rejas metálicas doradas (que hasta combinan con el diente de oro de la esposa del susodicho), de varios pisos, con jardín y con interphone. En ese pueblo también puede verse una gran variedad de camionetas, de esas que hacen sentir a los hombres más hombres. (Así como el pueblo de Remigio, también es el pueblo de la mamá de mi amiga Irma, Zapoltiltic, o el de mi amigo Luis en Mihuatlán). Remigio nunca hace caso de la presunción de sus vecinos, sólo camina, espera y sonríe porque sabe que en cualquier momento puede llegar una carta de Pantaleón, su hijo que está del otro lado. Para esperar extiende una hoja de tabaco, la enrolla y la fuma. Entonces los recuerdos aparecen; recuerda los ojos grandes de Pantaleón a los cinco años, cuando en una noche de Reyes, él tuvo que decirle: “ya eres todo un hombre y debes saber que los regalos de Reyes los traen tus padres y este año no hay porque las heladas echaron a perder la siembra”. Pantaleón se fue como asustado; al otro día agradeció a su padre el regalo; Remigio no comprendía “Sí, la luna que me sigue a todas partes; gracias papá”. Al paso del tiempo, Pantealeón se fue becado a estudiar a los estados Unidos para estudiar el universo, escribía poco y en una de esas le hizo saber a su padre: “ya es hora de que sepas que no me alcanza la beca para enviar regalos de Navidad, les dejo mi luna para que los acompañe siempre”. Y Remigio así lo hizo de la mano de su esposa, recordando el orgullo de tener un hijo haciendo el doctorado en San Diego.

Un cuento más de tradición oral y así concluye la noche. Los aplausos no cesan. Hay gente del público conmovida, hasta las lágrimas. Anterior a este relato Marcela nos contó una historia escrita por Cristina Pacheco, de una mujer del mismo nombre que la autora. Quien tiene que enfrentar los prejuicios y los roles de la familia, para realmente cruzar la frontera. Porque ahí de que una mujer se vaya señorita, pos quién sabe, si siga siendo…

Ha sido una función muy rica, rica en la selección testimonial y literaria, rica en el trabajo escénico, rica en emotividades. Pienso que si uno es de donde el recuerdo queda, contestarnos la pregunta de dónde somos, nos pone en aprietos; al igual que a las personas que migran y entonces sólo nos queda saber que nuestro territorio son esas tradiciones, valores y rituales que nos acompañan en todas “las fronteras que tenemos que cruzar”.

Y ustedes lectores sigan acompañándonos en las funciones de narración oral que tenemos en el Gran Hotel todos los martes y jueves del año.



***

VEN Y CELEBRA CON
CUENTEROS Y CUENTISTAS
Este jueves cumplimos
tres años de contar en este
edificio del S. XIX , EL GRAN HOTEL CIUDAD DE MÉXICO

Y celebraremos presentando un libro

La bailarina del Astoria y otras leyendas
Autora: Cecilia Colón

Narradoras
María Luisa Rivera
Carolina Velázquez
Abril Olivares
Florina Piña

Jueves 1º de marzo, 21:00 hrs. ingreso desde las 20:30 hrs.
Piano Bar // Calle de 16 de Septiembre No. 82, planta baja.
Esq. Plaza de la Constitución. Centro Histórico, Ciudad de México
Metro: Zócalo, Allende, Isabel La Católica).

lunes, 27 de febrero de 2012


FUNCIÓN DE GALA

HAY QUE IRSE

PARA QUEDARSE

Historia de migrantes



Espectáculo de narración oral que cuenta las diferentes situaciones por las que viven los inmigrantes quienes (de México, Centroamérica y Sudamérica), por diferentes razones, deciden cruzar la frontera. Historias de vida basadas en hechos reales. En la voz de una de las mejores artistas de la palabra de México: Marcela Romero...


Martes 28 de febrero, 21:00 hrs. Gran Hotel Ciudad de México (16 de Septiembre No. 82 Casi esquina con Zócalo Centro Histórico. Piano Bar, ubicado en la planta baja) Cóver de consumo: 120 pesos e incluye una bebida y un smack... Más informes: 5702 4704 cel. 55 266 18 576 Cuenteros y Cuentistas AC, invita





domingo, 26 de febrero de 2012





LO MEJOR
DE LOS CUENTOS

Como quien bebe una GRAN RESERVA







Por Florina Piña Cancino



Centro Histórico, México; 26 de febrero de 2012. Recuerdo la primera vez que pusieron en mis manos una copa de Zacapa, veintitrés años -el ron guatemalteco, uno de los mejores del mundo. Me lo sirvieron derecho. Lo esperaba al menos en las rocas o campechanito -con menos agua mineral que refresco de cola. Luego de ladear ligeramente la copa y aspirar el aroma del contenido, sentí que en mi cerebro se desparramaba algún químico que aguzaba los sentidos. Al probarlo, el golpe fue fulminante. Me obligó a cerrar los ojos mientras degustaba. Paladeé su sabor hasta el último momento. No sabía dónde se concentraba el mayor gozo, si en el olfato o en el gusto. Mis pupilas estaban dilatadas al abrir los ojos. “Es una délicatesse”, pensé. Ni el ron venezolano Siglo que se desliza por la garganta como mantequilla me había dejado una impresión tan fuerte.


Así, como el recuerdo de ese ron Zacapa en mi boca prevalece la función Lo mejor de los cuentos, a cargo del grupo Sol Azul; ésta se llevó a cabo en Coyoacán, en el Museo Casa Leon Trotsky, la noche del sábado lluvioso del 25 de febrero. Verdaderamente fue un deleite para los oídos. Y no me dejarán mentir las personas del público que en una tarjeta bibliográfica vertieron sus comentarios:


Es la segunda vez que tengo esta experiencia, me parece maravillosa la forma en que nos transportan. Gracias: María del Socorro Pérez // Es la primera vez que asisto y la verdad me encantó, consultaré su página para estar al pendiente de sus eventos. Gracias: Ana Lilia // Muy bonitos cuentos y muy buenos. Felicito a todos los expositores y sigan adelante: Bertha // Extraordinaria calidad. Entretenimiento inmemorable. Gracias a todos los artistas: Luis // Excelente pasatiempo. Fabulosa velada. Los cuentos muy bien contados y con tiempos perfectos. Muchas felicidades, no se detengan en estos proyectos tan agradables. Francisco

Y es que se nota el decantamiento de la palabra, la finura de la escuela que en cerca de siete años Moisés Mendelewicz ha impulsado desde el Centro de Técnicas Psico-corporales para el Desarrollo Humano Río Abierto. 1 La selección del material, la dicción impecable de los miembros del grupo Sol Azul, la amplitud de su léxico, dejan ver el esmero, el cariño, el rigor, la dedicación del maestro sobre sus pupilos. Pupilos que a siete años de reunirse semana a semana cuentan con su propia luz, su propio peso, cuentan con una distancia amorosa del maestro también para lanzar al mundo de la narración oral y escénico sus propuestas personales; tal es el caso de Jennifer Boni que es tallerista, Francisco Ibarlucéa que va por la producción de un nuevo espacio de cuentería 2 (después de mantener otro por cerca de tres años en la librería de viejo El Laberinto). Y desde esta casa de Cuenteros y Cuentistas, la entrañable Hena Carolina Velázquez quien le ha impreso un tono amoroso e intelectual desde el periodismo. 3

Sin embargo, otros miembros del Grupo Sol Azul han sumado sus pasiones académicas a la cuentería; es el caso de la germana Elizabeth Siefer, decana de la Facultad de Filosofía y Letras de la Unam; quien desde los últimos meses vive en Barcelona. Como traductora del alemán ha proveído de la más exquisita literatura de su país de origen, las bibliotecas de la Máxima Casa de Estudios. La Siefer es una mujer madura, de un cabello canoso brillante, sedoso. Ella mantiene la juventud en sus ojos, en su sonrisa, en su palabra, en su agilidad corporal. Anoche, nos deleitó con un cuento ubicado en el Central Park de Nueva York y de cómo el lenguaje de los gatos puede llamar la atención hasta a una cebra. Su trabajo en el escenario del jardín del Museo Trotsky comenzó a cobijar al público que se protegía de lapertinaz lluvia. Apenas había despuntado la función, eran cerca de las ocho de la noche cuando sus maullidos despertaban la envidia de los gatos más gatos. ¡¡¡¡Miiiaaaauuuuu!!!

Los primeros aplausos de las cerca de cincuenta personas apagaban el ruido de la lluvia. Hubo por cierto personas del público que al final hicieron un llamado para cambiar de lugar, cuantimás en días como este en que la precipitación pluvial sorprendió a todos.

Muy buena presentación. La lluvia no ayudó mucho, creo que el espacio del auditorio es mejor: Humberto // Muchas gracias por contar. Las palabras y las historias son dulce compañía cuando los portadores transmiten emociones auténticas. Aunque la lluvia y el frío habrían podido librarse en el auditorio. Anónimo

Los aplausos apagaron también el ruido del concierto que se llevaba a cabo al mismo tiempo en el auditorio del Museo. Es increíble lo que tenemos que pasar los cuenteros-gestores culturales que nos empeñamos por sostener un espacio lúdico. Recreativo. Falta sensibilidad no sólo para respetarlo en los tiempos acordados, sino para que las instituciones que los albergan cubran los honorarios tanto de organizadores como de artistas. En siete años, el grupo Sol Azul no sólo ha mantenido funciones de calidad el último sábado de cada mes -a las siete de la noche; sino que ha generado un público que ha aguzado sus oídos para introducirse en la más exquisitaliteratura en voz de los cuenteros. Es un público que los organizadores aportan al Museo. Y eso no siempre las autoridades lo valoran. Y a pesar de ello, pasando las ocho de la noche ya había más de setenta almas en el jardín del Museo Casa león Totsky, todos resguardados bajo una lona verde pasto. Cuarenta sentados en las sillas que el grupo alquiló y el resto de pie, rodeando el escenario. Gozoso.


Uno de los aplausos más nutridos se los llevó Francisco Ibarlucéa con el cuento La corvina negra del escritor, Mario Delgado Aparian. Cuánto tiempo habrá durado el también llamado Patxi con esa historia: ¿quince, veinte minutos? Tal vez más. Minutos que jamás se resintieron en el ánimo de los convocados. La historia fluyó como agua cantarina en fuente arabesca. El público callaba y seguía expectante el naufragio de unos pescadores que habían embarcado en el puerto chileno de Santa Ana. Reía cuando en medio de la desolación, el delirio apresaba a uno de los pescadores quien se lanzó a cantar la opereta La donna e mobile de Rigoletto, de Giuseppe Verdi, que en voz del cuentero sorprendió, agradó. Francisco también jugó con el silencio a lo largo de la historia, para hacer uso de la pantomima que también fue muy bien recibida por el respetable.

Jennifer Boni cerró la noche con un cuento de la multipremiada Isabel Allende, escritora chilena que supo dibujar muy bien la sensualidad, la picardía de una aldeana del sur de América en el cuento, Boca de sapo. Y es que Hermelinda, además de joven y bella, despertaba las pasiones de pastores y peones que encontraban en ella su única distracción, divertimento. Con ella gastaban el dinero de sus quincenas. Y es que, Hermelinda ejercía la prostitución por vocación y además de manera divertida. Audaz. Vibrante. Escandalosa. Se las ingeniaba para proveerles clandestinamente aguardientes. Los juegos de azar siempre concluían premiando a los vencedores con dos horas de pasión y lujuria. Hasta que llegó Pablo, un español trotamundos que había abandonado su país acusado de robo. Él supo de la fama de Hermelinda, la buscó y al dar con ella supo que estaban hechos de la misma madera. Cuando un hombre atraviesa con su mirada a una mujer, ésta sucumbe a sus encantos. Ya no hay nada que hacer para separarla de él. Y Pablo se la llevó. Lo malo es que los peones se quedaron sin juegos de azar ni divertimentos; su ánimo cayó por los suelos afectando su productividad; de nada sirvió el esmero de sus patrones ingleses por ponerles una casa de juego.


La exquisitez literaria de la profesora politécnica se dejó sentir cuando Marielena Carvajal saltó al escenario con una historia de Frederick Brown: Como un oso. Un cuento donde la magia salva a una joven mujer que por accidente cayó en la jaula de los osos. El marido quien echó mano de los trucos aprendidos en la infancia tuvo que soportar la seducción que “sufría” su esposa atrapada, por parte de un oso joven. Uy, uy, uuuy… El público soltó los aplausos y las risas cuando supo –por voz de la cuentera- que él, el marido, en una sala de hospital, nervioso esperaba que su mujer diera a luz.

Siguiendo con este tono de incertidumbre, Hena Carolina Velázquez narró la muerte de un detective con larga trayectoria. Sus colegas, sus camaradas, su ex discípulos al revisar el cadáver deducían que el golpe en la nuca había sido fulminante. Inspeccionaron todo, pero jamás encontraron el arma en la casa del occiso. La esposa con seis meses de embarazo había tenido una charla pocos minutos antes de que él muriera. Las palabras de su marido cambiarían el rumbo de sus vidas. ¿Qué le habrá dicho el detective a su esposa que despertó su ira más profunda? Acaso, ¿alguien sospecharía de ella? Carolina contó un cuento inteligente y lo llevó hasta sus últimas consecuencias en el escenario, Cordero asado de Roald Dahl.

Victoria Rodríguez quien se ha dedicado a explorar la literatura erótica, nos sorprendió con una leyenda colonial de la autoría de Ibarlucéa: El fraile y el alacrán… Don Lorenzo fue un acaudalado comerciante cuya fortuna vino a menos cuando los filibusteros mataron a su hijo en aguas del Pacífico y de la pena su esposa murió. En medio de la pérdida y la quiebra, el hombre visitó a un humilde fraile que no sólo resolvió su problema de dinero con “un milagro”, sino que lo hizo recuperar la seguridad y confianza en sí mismo.

Rosa Elena Barrientos narró La seña de Guy Maupassant, historia de una mujer joven casada con un hombre maduro sumido en su trabajo. Su única distracción la encontró en un balcón de su casa ubicada en Francia. Desde ahí descubrió lo “impúdico” de su vecina quien vestía largos escotes y cortas faldas, siempre recibiendo hombres a lo largo del día. Al paso del tiempo y ante el éxito de la vecina y su vida aburrida decidió posar en el balcón, no como una mujer de la vida galante, no; sino como una dama. Pronto despertó pasiones y pronto, también, desfilaron cerca de su casa hombres diversos. Su vida dio un giro, sobre todo el día en que decidió abrir las puertas de su casa a un desconocido de cuerpo joven y fogoso. Lo disfrutó, lo gozó. Permitió que la recorriera toda. Pero el miedo y la intranquilidad se le metió en el alma cuando éste prometió volver la siguiente semana. Su marido comenzaría un periodo vacacional y ella, evidentemente, no podría atenderlo. Pero además: ella era decente y casada. Ansiosa buscó el consejo de una duquesa, su amiga, quien atinadamente la llenó de certidumbres y tranquilidad. ¿Hasta dónde puede llegar el ingenio de una mujer para evitar que un marido descubra la infidelidad? “¡Además te pagó quinientos euros!” –le dijo divertida.


Dos horas de cuentos a ocho voces. Polifonía de tonos y ritmos; rostros y cuerpos. Cada uno con una propuesta narrativa y literaria; pero con el sello de pertenecer a una escuela. La función Lo mejor de los cuentos, a cargo del grupo Sol Azul que se llevó a cabo en el Museo Casa Leon Trotsky representó una cata de excelentes historias y voces. Un deleite para los oídos, la vista.


Durante este tiempo mágico, ni una sola persona del público se puso de pie para retirarse antes de concluir la función. La lluvia había pasado, sólo se escuchaba el goteo en algunas partes de la lona verde pasto. Reinaba entre los asistentes una atmósfera fraterna. El jardín del Museo lucía en oscuridad absoluta. Todo estaba mojado.


Entre el público había cuenteros como la maestra becaria del Fonca, Marilú Carrasco; Rosa María Durand, Patricia Proal, Erik Jiménez, entre otros alumnos de Moisés y Jennifer. También el entrañable Alonso Sierra, diseñador del grupo Sol Azul. La complicidad abrazable se dejó sentir en un abrazo final cuando Mendelewicz dijo las últimas palabras al recordar la historia de la tradición oral africana con la que inició la función: Ustedes saben por qué el cielo está tan lejos… Porque unas mujeres negras, altas y delgadas golpeaban con largos palos los cacelores durante la preparación de la comida para sus maridos. Los golpes no sólo agujerearon el cielo, sino que lo alejaron del suelo. Ahora esos hoyos por las noches son estrellas. Estrellas como estos cuenteros que se presentaron esta noche.

Y Moi tiene razón. Muchas felicidades al grupo Sol Azul, y hasta la siguiente entrega.







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1. Moisés Mendelewicz mantiene un taller permanente, valdría la pena que le conociera y se inscribiera… Río Abierto está ubicado en la calle Luz Saviñón #924 Col. Del Valle, entre Gabriel Mancera Nicolás San Juan. Más información en Tel. 55-43-30-57 o bien, en:
rioamex@rioabierto.orgdifusionrioabierto@gmail.comhttp://www.rioabierto.org
Ahí mismo Jennifer Boni imparte su taller Cuentos desde el alma.


2. Jueves de cuentos en Tacuba No. 53, Centro Histórico de la ciudad de México, muy cerca del metro Allende. Y si se quedó con ganas de seguir escuchando historias, acompáñenos ese mismo día a las 21:00 hrs. en el Gran Hotel Ciudad de México ubicado en la calle 16 de Septiembre No. 82 casi esquina con Zócalo, en el Piano Bar (Planta Baja). Consumo mínimo una bebida… Y dese un homenaje los jueves. Y los martes en este mismo espacio -con un cóver de consumo de 120 pesos (una bebida y un snack) disfrute las funciones de gala con los mejores cuenteros del Valle de México einvitados extranjeros que nos hacen el honor de compartir sus cuentos. Consulte la cartelera en www.cuenterosycuentistas.blogspot.com Y esté al pendiente del Festival Internacional que se llevará a cabo del 22 al 30 de abril.


3. Todos los lunes, Carolina Velázquez nos comparte su opinión, sus digresiones intelectuales en la columna titulada Caracola de Voces… Búsquela semanalmente y compártala con sus amigos en
www.cuenterosycuentistas.blogspot.com

miércoles, 22 de febrero de 2012



Polifonía de historias

Divagaciones eróticas
La forma más sutil de exorcizar la noche

México, DF; a 22 de febrero de 2012. Qué noche la de anoche. Como todos los martes nos apostamos desde las ocho y media en el Piano Bar del Hotel donde se lleva a cabo la juerga cuenteril nocturna. La actriz y narradora oral, Mercedes Hernández ya estaba apostada en un sillón acompañada de un amigo y -por los aplausos y bullas- admirador de la compañía Así son ellas, compuesto además por la mezzosoprano, Pastora Samperio y Matilde Ibidem, cuentera a quien se le da muy bien relatar el mundo cachondo, casi como si relatara su historia de vida. Qué divertida, señoras y señores. La cuarta colega, Martha Treviño por alguna razón que desconocemos no participó en el programa.

Nueve de la noche. Prácticamente estábamos las artistas de la palabra y organizadoras. “¡Qué raro, ni un alma como público!” La sensación era como si nos hubiéramos equivocado de día o de Hotel. Decidimos que no se montara el sonido si a las nueve y diez no llegaba nadie… Justo a esa hora llegaron tres parejas, cada una por su lado. Entre ellos, César Cravioto, ex director del Iasis y la guapa Pamela, su compañera. ”¿Nos aventamos o no nos aventamos?” La moneda estaba en el aire.
El público asistente comprendería si cancelábamos. La moneda sigue en el aire. Meche y Matilde apoyaban la idea de suspender. Pastora y Abril Olivares revisaban en una laptop las pistas salseras, de boleros y trova que utilizaría en sus interpretaciones… Los meseros ya estaban apostados para servir las bebidas y bocadillos. “¡Nos aventamos, chingaoooo… para seis o para sesenta el cuentero igual se avienta…!”
El cantante del Gran hotel Ciudad de México, Noel Camacho la hizo de técnico. En menos de diez
minutos instaló el sonido y la buena vibra comenzó a fluir en ese espacio del Piano Bar. Los meseros comenzaron a atenderlas mesas. Abril manejó “la consola” desde la laptop para dejar correr las pistas musicales. Pastora Samperio una vez más sacó “un chorro de voz” luego de que Mercedes Hernández leyera una de las famosas cartas eróticas entre Henrry Miller y Anaïs Nin estos míticos escritores que por mucho tiempo vivieron el día a día del pago por sus cartas, relatos cuyo leitmotiv fue “la esencia del erotismo”.

Habrá que señalar que Anaïs Nin (1903- 1977) escritora franco-estadounidense de ascendencia española y danesa, es especialmente conocida por sus Diarios, que abarcan un período de cuatro décadas y que empezó a escribir con doce años, en los que recoge su amor por Henry Miller y la mujer de este, June, su matrimonio con Hugo Guiller, etc. Pero alcanza su máxima notoriedad con la publicación póstuma de ‘Incesto: diario amoroso’, en el que se hiciese público lo más íntimo de sus relaciones sexuales, hasta ese momento omitido en sus obras autobiográficas.

Henrry Miller (1891-1980), novelista estadounidense. En 1924 se casó con su segunda esposa June Mansfield. En 1930, durante la Gran Depresión, viajó a Francia. En esta época de bohemia en París se alimentaba con las comidas que le ofrecían y dormía, cada noche, bajo un puente distinto (…) Sus trópicos (‘Trópico de Cáncer y Trópico de Capricornio’) fueron, tachados de pornográficos, generaron una gran polémica y fueron prohibidos en los países anglosajones. Pero en 1964 la Corte Suprema de los Estados Unidos anuló el juicio contra Miller por obscenidad, lo
que representó el nacimiento de lo que, más tarde, sería conocido con el nombre de revolución sexual.1

Qué manera de arrancar el espectáculo y exorcizar la noche. Desde el primer momento la compañía Así son ellas “se echó al bolsillo a los asistentes”, poquitos pero “conocedores”, señalaba Matilde. Y era verdad. Más tarde se sumaron cinco personas más; cuatro habían cenado en el restaurante Plaza Mayor con vista al Zócalo y se quedaron enganchados por las historias y canciones. Prometieron volver.

Matilde Samperio arrancó su participación sosteniendo que este febrero, mes del Amor y la Amistad ella no tenía nada que celebrar. No tenía novio, ni amante… pero luego de escuchar la carta de Anaïs y Miller echó mano a los recuerdos y contó de cómo fue que conoció a su quinto marido…” Qué tal, he. Imagínense -dijo: “dos semanas sin novio. Jamás había durado tanto. Le hice caso a mi amiga Meche y entré a Internet… Ahí llegaron hombres ‘discretos’ que buscaban una relación ‘discreta’. Hasta un payaso, conocí. ” Relató que conoció a un entrenador de perros que fue voluntario en Chiapas, en la época del conflicto armado, donde perdió una oreja de un balazo… Ella esperaba que fuera “una versión madura del Che Guevara”, pero la decepcionó esa versión extravagante del pintor surrealista Vicent van Gogh;” 2 así que cambio en su primera recepción el vino francés y la música de samba, por agua simple y rolas de Café Tacuba. Pero, qué cambió la percepción de Matilde con respecto a ese señor…

Él se metió a la cocina. Aguzó sus sentidos conforme se encontraba con enseres, insumos y trastos. Le quitó el mandil a ella para tomar posesión de verduras, especias, aceites y vinagres… Ella atónita lo dejaba ser, cuantimás si él la “relegaba” de una manera amorosa para atenderla, cocinarle, servirle. Eso la desarmó y la llevó a sacar el vino francés y a poner las sambas seleccionadas. Así cualquier mujer “baja la guardia, dobla las manitas, accede…” Señores, tomen
nota: sí se puede...

Pastora interpretó canciones del maestro Armando Manzanero en versión salsa… Y para ponerle
candela, animaba al público con frases como: “Existen nuevas y mejores posiciones.” El público le aplaudía, irremediablemente nos remitía al libro sexual más conocido de todos los tiempos el kamasutra. Ufff, qué calor…
Luego Mercedes presentó una versión libre de un cuento del escritor mexicano nacido en 1940, René Avilés Fabila: Las tres novias… Versión para mujeres: Los tres novios… Gracias a esas decantadoras y deconstructoras de la literatura como Meche, disfrutamos, porque nos llevó de la mano para imaginar las solicitudes de milagros ante el Santo Señor Patrono de Plateros, Zacatecas: El Niño de Atocha (o cualquier otro Santo que nos sea El enmascarado de plata, es que ya no me acuerdo) para que a los tres novios que ella tenía al mismo tiempo, se mezclaran rescatando lo mejor de cada uno: la espalda de repartidor de Electropura que tenía el primero; las nalgas cachondas del segundo y el bello rostro del tercero… Ay, Dios: ojalá esos milagros se pudieran garantizar. Y prometo convertirme al catolicismo.

En fin, disfrutamos enormemente historias de Isabel Allende, Alejandra Rodríguez, del argentino Julio Cortázar y de la tradición oral rescatadas en Las Mil y una noches… Boleros, trova, salsa. Bien es cierto que hay días buenos, días malos; pero anoche fue raro con respecto al público y mágico por el espectáculo que presenciamos. Gracias muchachas, gracias compañía Así son ellas por su trabajo y profesionalismo.

El país está en crisis, el mundo está en crisis; pero estamos convencidos que la cultura, el
arte, la educación nos hará recuperar la esperanza, nos hará ser mejores seres humanos. Así que levantamos la copa por todos aquellos que tienen un espacio y resisten las crisis. En Cuenteros y Cuetistas AC ponemos nuestro granito de arena, damos la batalla y agradecemos enormemente su complicidad y apoyo. Ojalá nos sigan acompañando y no perderse de la excelsa rogramación…
Esperamos sus comentarios a las crónicas de las últimas presentaciones de Cuenteros y Cuentistas en www.cuenterosycuentistas.blogspot.com // Florina Piña

2.
Van Gogh (Groot-Zundert, Países Bajos, 1853 - Auvers-sur-Oise, Francia, 1890). Pintor holandés. Hacia 1880, descubrió en la pintura su auténtica vocación, considerándola una vía para consolar a la humanidad. Con la pretensión de crear el grupo de los «impresionistas del sur», Van Gogh alquiló una casa donde invitó a los artistas con quienes compartía intereses y en la que Gauguin pasaría dos meses. La primera crisis mental, en la que se cortó parte de la oreja izquierda, tuvo lugar en la Navidad del mismo año 1888. Más en:
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/g/gogh.htm



PRÓXIMA FUNCIÓN
Jueves 23 de febrero, 21 horas.
Piano Bar del Gran Hotel Ciudad de México
Calle de 16 de Septiembre No. 82, planta baja.
Esq. Plaza de la Constitución. Centro Histórico,
Ciudad de México. Metro: Zócalo. Entrada libre.
Consumo mínimo.

Resulta Imitatio
Me sigues, per sigues ¿por qué? Te sigo, quiero oler a ti, sit, sube, alehop. Volteate. Eso No. Voy a contarte una historia, acuéstate ¿Cómo sigue?¿Cómo es qe esto mismo me puede estar ucediendo a mi? Ética y Estética. vASMOvASMOvasmos a ver ética y Estética. Voluntas y voluptas.

PRESENTAN
Benjamín García (Mx): poeta, literato, músico; actualmente colabora como talleristaen el Instituto de Asistencia e Integración Social.

Pablo Hoyos (Es), psicólogo social, se ha dedicado al apoyo voluntario en comunidades de bajos recursos tanto en España, Honduras y Colombia…
Ambos son unos locos de la palabra poética, unos desalmados seductores… Sencillamente,
no se pierdan esta función performancera poética.

CARACOLA DE VOCES

El hijo de la tiznada de Carmen Baez
Por Hena Carolina Velázquez Vargas*

Un semillero de varios de los cuentos significativos en mi breve trayecto por la cuentería es la antología temática los cuentos de El Cuento, la revista que en 1964 fundó el escritor y periodista Edmundo Valadés, quien desde México fue uno de los más importantes promotores de este género literario en la América Latina de las últimas décadas del siglo XX.
Aunque al parecer se publicaron más, yo sólo poseo tres tomos que recogen 143 historias que dan cuenta de varias joyas clásicas y contemporáneas de la literatura universal y latinoamericana. La infancia es la protagonista en el primero, el segundo recrea la picardía amorosa --“casi siempre los ardides, sutilezas y malicias femeninas”-- y hay una selección de una variedad de relatos de humor en el tercero.
Edmundo Valadés dejó su huella para bien de quienes amamos los cuentos, tanto de la tradición oral como de la literatura, fue autor de La muerte tiene permiso, un microcuento que hoy se considera modelo en la narrativa mexicana del siglo XX. Estuvo al frente de la revista El Cuento
durante 30 años hasta su muerte en 1964 y por mantener este importante proyecto fue merecedor del Premio Nacional de Periodismo en 1981.
Estas tres antologías las he leído y repasado en distintas ocasiones, siempre encuentro novedades y sorpresas en ellos.
Esta costumbre me llevó por estos días a encontrar en el primer tomo –Con los tiernos infantes terribles-- la voz de Carmen Baez, una mexicana que nació en 1910, entregó su palabra a la poesía, el trabajo periodístico y los cuentos, y que según la información publicada en la Web sigue viva y con 102 años.
De las habilidades creativas de esta autora se dice que logra captar con especial habilidad y
destreza los sentimientos y aspiraciones de sus personajes femeninos. Como bien se explica en la antología El hijo de la tiznada, que así se llama el relato de Carmen Baez, refleja su agudeza “al narrar cómo la sensibilidad infantil puede ser conmovida más profundamente por un hecho que para los demás es trivial”.
He aquí la historia que aunque es literaria, me lleva a la resonancia de la anécdota cotidiana tan presente en la tradición oral.
El hijo de la tiznada saltó la barda de su casa. Detrás del solar de doña Luz estaba la calle, la otra calle, con sus piedras untadas de sol, que se hacían musicales bajo los cascos de los caballos. En la mañana, alguien lanzó al viento una voz:
-¡A’i viene el de la arracada!
Lo dijo en tono velado, al oído de alguno, y la voz hizo eco en la boca de todas las mujeres, y de todos los hombres, y de todos los niños; y fue creciendo, creciendo hasta llegar a la torre del pueblo, en donde los cerrojos de los máuseres parecían cuchichear en las manos de los hombres:
-A’i viene el de la arracada…
Encerraron a todas las muchachas en el subterráneo del cuarto viejo, y los hombres huyeron hacia el cerro. En la casa, cerrada, los niños asustados se acurrucaban detrás de la madre, que rezaba para que los hombres no se mataran.
La niña fea no tenía miedo. Ella sólo quería ver a los rebeldes. Y en tanto que los hermanitos lloraban cerca de la madre, ella acercó su sillita a la ventana de la huerta y trepó con gran trabajo. Después se deslizó por las ramas de un durazno y cayó al suelo. Corriendo atravesó la huerta y saltó el portillo de la barda. Ya en el corral de doña Luz se sintió libre, feliz. Desde allí se oían las voces de los soldados en la calle ancha.
Aquello parecía una fiesta. Una gran fiesta. Bajo la lumbre del sol, la niña abrió sus ojos en azoro.
Corriendo entre las patas de los caballos llegó a la plaza. Estruendo de clarines y de voces, basura, gente. En los portales hacían lumbradas las mujeres sucias, y asaban carne para que los soldados comieran.
Frente a la tienda de doña Ignacia había una gran mancha de gente. La niña fea se acercó: estaban matando a un buey. Primero mugidos de angustia. Luego sangre. Carne roja. Sangre, sangre, mucha sangre. Bajo el oro de la tarde corría la sangre en arroyitos calle abajo.
La niña tenía miedo. Se echó a llorar. Una soldadera de ojos verdes, enormes, la tomó en sus brazos; le dio un trozo de azúcar y secó sus lágrimas con la falda roja:
-No llores, tonta, voy a llevarte a tu casa.
Del mesón de don Luis salían seis hombres, tranquilamente. Cinco eran rebeldes; el otro era un hombre joven. Llevaba una camisa roja, negra de mugre.
-Lo van a matar –dijo alguno.
La soldadera de los ojos verdes preguntó:
-¿Por qué van a matarlo?
-Porque es un hijo de la tiznada…
Nadie se atrevió a protestar. Lentamente llegaron al centro de la plaza. El hombre joven, muy tranquilo, se paró frente a los otros cinco. Levantaron sus armas y se oyeron disparos. Él se dobló poco a poco, parecía no tener mucha prisa, y se quedó tendido en el suelo. Después, los mismos hombres, también tranquilamente, lo levantaron entre cuatro, y volvieron a meterlo en el
mesón. Sólo tenía en la frente un agujerito negro y un hilito de sangre. Ni un gesto, ni una protesta, nada.
La niña fea, muy tranquila, abrió sus ojos negros más y más.
Aquella era una fiesta rara. Pero no sintió ganas de llorar. Cuando levantó la frente, vio que los enormes ojos verdes de la soldadera estaban llenos de lágrimas. “Que mujer tan extraña –pensó-. Me dijo tonta porque lloré cuando mataron al buey, y ella está llorando ahora así nomás, por nada”. Era una mujer buena. De la mano la llevó hasta su casa y la entregó a su madre. Después se fue calle arriba, lenta, con su falda roja y sus enormes ojos verdes.
Cuando la niña quedó sola con su madre, dijo:
-Vi matar, mamita
-¿Qué?
-¡Un buey! –y ocultó su cabeza en el regazo de la madre, como si quisiera allí olvidar la tragedia que vio frente a la tienda de doña Ignacia. Lloraba amargamente, desconsoladamente.
-No llores, pequeña…
Y cuando los besos de la madre la hubieron calmado, contó ya tranquilamente, sin asomo de amargura, como si hablara de algo trivial, sin importancia:
-También mataron a un hijo de la tiznada…
*Integrante del equipo de Cuenteros y Cuentistas. Becaria del FONCA 2012. Periodista, terapeuta Gestalt especializada en trabajo corporal y narradora oral.

viernes, 17 de febrero de 2012





Polifonía de historias

Pasión y lujuria en la palabra

Por Hena Carolina Velázquez Vargas

México, DF, a 17 de febrero de 2012.- En este mes de contrastes climáticos la noche del pasado jueves, el espacio de Cuenteros y Cuentistas en el Centro Histórico de la ciudad de México se lleno con la calidez de las voces de Rosalinda Sáenz y Gustavo Contreras, dos cuenteros de corazón.

Frente a un público atento, en su mayoría adulto, seguidor de la oralidad en el Defe Rosalinda contó primero sus sueños y la pasión que ha encontrado en ellos.

Luego pasó a una historia en donde el juego erótico habitó a sus personajes, sin que la huella del tiempo en el cuerpo importara para disfrutar del goce de los sentidos en la edad madura.

De ahí llevó a nuestra imaginación al sur de México, a la región del Sotavento, en Veracruz:

Melquiades era feo, feo, feo, nunca se había casado y “su mamá era la única mujer que le era fiel y lo quería”. Sin embargo, en su natal Tlacotalpan --lugar de mujeres bellas, diversidad de colores en las bardas de sus construcciones y cantos acompañados de la jarana-- era famoso en el pueblo no por su fealdad sino por ser el mejor jaranero.

Así pasaba el tiempo hasta que un 2 de febrero, en la celebración del Día de la Virgen de la Candelaria, conoció el amor.

Era noche de fandango, de fiesta hasta el amanecer, con tablado para zapatear y música de cuerdas. Una visitante se prendó del corazón de Melquiades al verlo interpretar sones jarochos. Y todo el pueblo lo vio del brazo de su amada caminando por la orilla del rio Papaloapan rumbo al mar...

Rosalinda, cuentera mexicana con una trayectoria de 25 años en la oralidad, captó la atención del público cuando de la pasión y el amor pasó a la lujuria.

Elena se llamaba la protagonista, quien casada con Manuel, vivía días infelices en su matrimonio.

Podía ser buena anfitriona, tener amistades, relacionarse de manera amable con la gente, menos con su marido, a pesar de que él trataba de cumplirle todos sus caprichos. Le enojaba que llegara tarde, la forma como vestía, si no le untaba bien el aceite en la espalda cuando estaba cansada.

La gente murmuraba. Veían mal su comportamiento, hasta que un día Manuel le hizo sentir la verdadera lujuria. Sus cuerpos vivieron la experiencia entregados en el consuelo de sus cuerpos entrelazados y húmedos…

Su participación concluyó con el origen de las estaciones del año en el mito de Hades, el dios de la muerte para los griegos y soberano del fondo de la Tierra, y la relación del sol y la luna unidos en un eclipse.

La segunda parte de la función quedó a cargo de Gustavo Contreras, hoy subdirector del espacio de cuenteros de Santa Catarina, en Coyoacán, e integrante del proyecto Foro Internacional de Narración Oral (FINO) que coordina el narrador oral Armando Trejo, en la ciudad de México.

Inspirado por la unión del sol y la luna en el eclipse, tomó la estafeta con la historia de cómo la tía Fátima comprometió su amor con José Limón al escucharle una canción de José Alfredo Jiménez, un capítulo de la novela de la escritora mexicana Ángeles Mastretta Mujeres de ojos grandes.

Giovanni Boccaccio, autor que vivió en la Italia de 1313 a 1375, habitó la palabra de Gustavo para cerrar con broche de oro la función de esta polifonía de historias.

Las travesuras del Giani y su afán por convertir a la esposa de su compadre Pietro en una hermosa yegua, las vivencias del descubrimiento de la sensualidad de Amanda en cada parte de su cuerpo fueron algunas de las historias picarescas que escuchamos por último esta noche del jueves.

A través de su palabra, Gustavo Contreras mostró al público la actualidad de la agudeza de Boccaccio para mostrar la condición humana.

El tema del erotismo continuará el próximo martes 21 de febrero, con el espectáculo de Matilde Samperio y Mercedes Hernández titulado Divagaciones eróticas, esa noche dos mujeres confesarán sus más profundos deseos mediante varios de los mejores cuentos de la literatura en este género.

La cita es a las 20:30 horas con un pago de $120.00 (con una bebida y una merienda) en la planta baja del Gran Hotel Ciudad de México, ubicado en 16 de Septiembre No. 82, esquina Plaza de la Constitución. Les esperamos.

miércoles, 15 de febrero de 2012


Jueves 16 de febrero, función de cuentos eróticos
¡Te esperamos!

Pasión y lujuria

Cuenteros
Gustavo Contreras
Rosalinda Saénz


Jueves 16 de febrero, 20:30 horas
Entrada libre
Gran Hotel Ciudad de Méxio
16 de septiembre No. 82, PB, Piano Bar
Centro Histórico, Ciudad de México
Cover de consumo, 120 pesos
(incluye una bebida y snack)
Cuenteros y Cuentistas AC, invita











De brujas y princesas

Espectáculo “testimonial” de cómo una divorciada termina siendo la versión punk de Paquita la del Barrio

Relájate…. Ha sido un buen día para la risa, dice Mariana al conversar con su hermana luego de asistir a la función de stand up comedy De brujas y princesas, que presentó Gloria Rodríguez Sayún la noche del Día del Amor y la Amistad en el espacio de Cuenteros y Cuentistas en el Gran Hotel Ciudad de México.
Y cómo no iba a ser de risa, ¡pero nerviosa!, si Gloria acompañada de los comediantes Hortensia Martínez y Manu Nna relató diversos pasajes de su historia de vida (la historia de muchas mujeres “buenas” y de “linaje”) , sí, cuando ella era una princesa y tenía a un príncipe viviendo a su lado; con su casa y mascota principescas, un auto real, una cocina real… pero qué le pasó luego de esa tarde en que descubrió a su príncipe revolcándose en su cama con su secretaría “real”… Ups, trago saliva, hizo coraje, se emborracho varios días, semanas, meses. Y terminó saliendo del palacio con sus maletas principescas. Buuuaaaaaaa…
¿A qué divorciada no le ha pasado eso luego de vivir intensas lunas de miel, amorosas y muy cachondas?

El desencanto, la decepción, la sed de venganza transformaron a esa princesa Gloria en una terrible y malvada BRUJA. O lo que es lo mismo en la “versión punk de Paquita la del Barrio”; “aunque usted, no lo crea” (cualquier parecido con la realidad es mera casualidad, reza el cliché). Y es que –sólo por señalar algo- Gloria consiguió hacerse amiga de la nueva esposa
de su EX, ocultando su verdadera personalidad, “para darle consejos a la pobre, sobre los errores más comunes de este buey” (con b, no con w, okey). Entre otras liduras, como rayar su auto “para que ya se animara a cambiar de coche, noooo”.

Edith y Bety Chino asistieron a la función acompañadas de una amiga que por primera vez tendría contacto con los narradores de historias: “Jamás pensé que fuera tan divertido”, dijo… “Bueno chicas, espero que para la próxima asistan tres, acompañadas de tres, vale” afirmó la
organizadora al ver tanta mujer asistiendo sola. Caray, es que luego de los treinta entramos en crisis; porque como diría el comediante Manu Nna: “Lo que pasa es que todos los hombres que quedan o están casados o son gays”.

El respetable, compuesto principalmente de mujeres (unas trece sobre seis caballeros) se contorsionó al sentirse reflejado en esas historias “reales”. Más de una divorciada se vio en el espejo de “la pobre Gloria”. La transformación de la princesa fue la revelación de la transformación de muchas mujeres que luego de “ponerse de pechito en bandeja de plata” se
sienten engañadas…

Aunque también asistió una mesa de seis mujeres veinteañeras que reían ruidosamente, como advirtiendo al resto del público: “Obvio, eso les pasa a las treitonas, cuarentonas… Nosotras somos de otra generación, ves, jamás nos va a pasar eso. Seremos princesas para toda la vida”.

Y sí, puede ser, sobre todo en estos tiempos en que cada vez somos más las chicas que decidimos no tener a un príncipe a nuestro lado (buuuuaaaaaa).

Jorge Piña y su esposa Olga, acompañaron al festejo del Día de San Valentín a su hermana Estela y a su pareja, que vienen de vacaciones desde Toronto, Canadá. Ergin no habla ni “p” de español, es turco; pero se sumaba de vez en vez a las risas, después de todo dicen que es
contagiosa, no.

Abril Olivares se posicionó de la cámara fotográfica. Con boina tejida y botas rojo-diablo, se cruzaba por las mesas para tomar el mejor ángulo de los artistas de la palabra y de los comensales, que ahora sí, degustaron una rica baguette con jamón y queso; o dos tostadas (y no totopos con ceviche) con una cama de tinga de pollo. Crujientes. Así hasta da gusto pagar,
no les parece.

Sígannos la pista… Las sesiones de Cuenteros y Cuentistas se están poniendo intensas con los temas amorosos, eróticos y cachondos. Y es que el mes del amor y la amistad, no pueden pasar por alto. Le esperamos el jueves 16 de febrero a las nueve de la noche en la colectiva de cuentos Pasión y lujuría, un mano a mano entre dos cuenteros que han dado de qué hablar en
esto de poner la piel chinita, chinita: Rosalinda Saenz y Gustavo Contreras.

Recuerden la cita es en el Gran Hotel Ciudad de México (ubicado en calle de 16 de Septiembre No. 82, planta baja. Esq. Plaza de la Constitución. Centro Histórico, Ciudad de México. Metro: Zócalo. Para mayores informes llámenos al 5702 4704 o escriba

Hasta aquí concluimos esta crónica cuenteril, no olviden: “Las brujas fueron princesas que se encontraron con el príncipe equivocado”; reza el evangelio de la entrañable Gloria Rodríguez Sayún. ¿Usted qué piensa? // Florina Piña; fotos: Abril Olivares
CARACOLA DE VOCES

Los ecos curativos de Inesita y Juan,
tercera y última
Por Hena Carolina Velázquez Vargas*

Como ya lo explicamos en las dos entregas pasadas Emma Herrera Andrade, promotora de la salud en Chihuahua, al norte de la República Mexicana, nos regala la sabiduría medicinal de su abuela y abuelo en el libro editado por ella Remedios curativos de los abuelitos.

Según estos remedios de doña Inés y don Juan, cuando una persona tiene problemas con “la bebida” se pueden decidir usar alguna de las siguientes recetas.

Se abren y lavan bien cuatro mollejas de gallina, pollo o pavo, se les quita el cuerito que las cubre por dentro, se lavan y ponen a secar. Luego se muelen en el molino hasta que queden como un polvo muy fino. En seguida se agrega un litro de tequila o alcohol puro y se deja tres días en reposo para que fermente. Cuando la persona está borracha se le da a tomar una copa, con esto va a deponer o vomitar mucho, así poco a poco se le irán quitando las ganas de tomar.

Según doña Inés “a veces los borrachos son muy testarudos y aunque les vaya mal toman, así que hay que repetirles este remedio las veces que sea necesario hasta que se logre hacerlo entender”.
Otra forma es poner tequila en un frasco con gotero y dar a tomar 20 gotas en ayunas y por la noche, cuando la persona tenga deseos de tomar o vaya a ir a una fiesta.

Para don Juan este remedio funciona cuando el tomador quiere dejar el trago de forma definitiva y explica. “Por eso se dan esas gotas de tequila para que tenga un poquito de alcohol en la sangre y no sienta necesidad de tomar. A la vez se le da un cocimiento de flor de tila, azahar o pasionaria (pasiflora) tres veces al día, para que esté tranquilo, también se tiene que platicar mucho con ella o con él”.

También recomiendan las lombrices de tierra. Los pasos a seguir son: se recogen varias hasta completar un cuarto de kilo, se lavan y muelen en la licuadora con tequila. Luego se guardan en una botella de litro color ámbar con tequila hasta llenar el recipiente y se deja reposar al medio
ambiente por 15 días. Después se cuela y guarda en un frasco color ámbar que debe estar hervido y seco.

De la forma de tomar y sus efectos de este último remedio comenta la abuelita Inés: “Se toma en la cruda de cinco a diez gotas en un cuarto de vaso de jugo de toronja, provoca repugnancia y tal vez logremos que deje de tomar, nomás hay que insistir”.

En el libro Remedios curativos de los abuelitos hay de la A a la Z más de cien tipos de males que pueden ser curados con sus recetas, también se explican los procedimientos para elaborar pomadas, aplicar ventosas y hacer tinturas, además la forma cómo se deben recolectar las plantas, hacer cataplasmas, té o infusiones y jugos.

Gracias a Emma Herrera Andrade, nieta de doña Inés y don Juan, hoy podemos conocer métodos curativos que fueron extraordinarios y aplicarlos para nuestra salud, en cada uno de ellos se encierra una historia que bien vale la pena contar.


*Integrante del equipo de Cuenteros y
Cuentistas. Becaria del FONCA 2012. Periodista, terapeuta Gestalt especializada
en trabajo corporal y narradora oral.

viernes, 3 de febrero de 2012


Jueves de polifonía de historias
Crónica de la jornada cuenteril
Al que nace pa´ tamal...
le caen los cuentos del cielo
México, DF, 2 de febrero 2012.- Con la función de cuentos Al que nace pa’ tamal… la luz de la oralidad iluminó este jueves 2 de febrero el espacio de Cuenteros y Cuentistas, en la celebración del Día de la Candelaria en el Centro Histórico de la ciudad de México.

Todas las personas tenemos nuestro encanto a la hora de contar, así en esta función el público escuchó, a partir de diferentes trayectorias y experiencias, del grupo Sol Azul a María Elena Carbajal; de Francia y avecindada en México a Caroline Mantoy y a Rafael Hernández con una
narrativa basada en la tradición oral mexicana.

En una polifonía de historias, tres voces se unieron para compartir relatos acerca de la comida, el amor y la sexualidad.
Escuchamos de María Elena cómo un sacerdote encuentra, además de otras sorpresas de sus feligreses, la forma de justificar sus grandes pecados como su deseo por comer. Luego de leer en un periódico que “la gula no es pecado” sin dudarlo se apresuró a saciar su apetito con varias
piezas de pan dulce que acompañó con tazas de espumoso chocolate. Satisfecho, con el estomago lleno, dijo mirando al cielo: “gracias Diosito” y terminó su banquete.

También contó el caso de una pareja que deseaba tener un hijo. Un día visitaron el zoológico, cuando llegaron al lugar donde habitaban los osos la mujer tuvo un accidente: cayó dentro de la fosa, para salvarla su esposo usó sus poderes mágicos convirtiéndola en osa. Un oso joven que dormitaba cerca la descubrió y frente a la sorpresa de su pareja se abalanzó sobre ella...

Caroline narró el origen de las crepas a través de la historia de Pierre, un campesino al que le encantaba comer, “todo en él era una fiesta en la comida”. Llegó la hambruna al pueblo y para saciar su hambre acudió al llamado del Rey, quien hizo mediante concurso una convocatoria para el puesto de cocinero en palacio. Pierre decidió participar. La suerte lo acompañó y de la noche a la mañana le llegaron leche, huevos y harina, con estos ingredientes elaboró grandes tortillas que de tan blancas y redondas asemejaban a la luna. Ganó convirtiéndose en el cocinero real.

Adelantándose a la celebración del 14 de febrero, además Caroline interpretó en francés la composición de origen belga Cuando sólo tenemos amor... Cuentos de la tradición oral cerraron la función en la voz de Rafael Hernández. Escuchamos su versión del encuentro mediante
el juego de un matemático aburrido y un campesino; la leyenda de Pedro de Ordimalas; la conquista de una muchacha por un ranchero enamorado, y el juego erótico de una pareja que termina en una misteriosa muerte.

Como todos los jueves, esta polifonía de historias se llevó a cabo a las 21:00 horas en el espacio Narradores en Juegos de Palabras, en el piano bar del Gran Hotel Ciudad de México, ubicado en 16 de septiembre esquina con zócalo, en el corazón de nuestra ciudad capital.

En este mismo espacio, a partir de febrero, todos los martes habrá meriendas con cuentos a sólo $120.00. El próximo martes 7 de febrero, a las 20:30 horas, estará en función de gala Miguel Ángel Tenorio con Las instantáneas de la ciudad: Pasajeros somos, corazones no sabemos.

Habrá también celebración de cumpleaños de Miguel Ángel Tenorio y Florina Piña, coordinadora de Cuenteros y cuentistas. Te esperamos.// Hena Carolina Velázquez
INSTANTÁNEAS DE LA CIUDAD
CON MIGUEL ÁNGEL TENORIO


CUENTEROS Y CUENTISTAS, INVITA
GRAN HOTEL DE LA CIUDAD DE MÉXICO
7 de febrero, 21:00 hrs. Cóver de consumo: 120 pesos
(16 de Septiembre No. 82 Esq. Zócalo; Planta Baja. Piano Bar)


EL PRÓXIMO MARTES 7 DE FEBRERO, a las 21:00 hrs. Miguel Ángel Tenorio va a celebrar sus 58 años de vida y sus once años de ser un contador público, mas no titulado, sino contador público de historias en vivo. En esta ocasión, de la serie INSTANTÁNEAS DE LA CIUDAD, Tenorio presenta una nueva obra: "PASAJEROS VEMOS, CORAZONES NO SABEMOS", donde nos acercará a momentos de la vida de varios personajes que son usuarios del Sistema de Transporte Colectivo Metro de la Ciudad de México.

"Ocho millones de historias tiene la Ciudad de Nueva York", canta Rubén Blades en su legendaria canción "Pedro Navajas". Y Miguel Ángel Tenorio dice: "En cada usuario del metro, hay detrás una historia que muchos que vamos a su lado no sabemos". La mamá que acude en auxilio de su hija que acaba de tronar con el novio o la propia conductora del metro que mientras conduce va rumiando sus problemas. Encuentros, desencuentros, sorpresas, momentos amargos, dulces, tragicómicos. La vida misma en su totalidad transita en el metro, y eso es lo que Miguel Ángel Tenorio nos cuenta en estas historias que contará en vivo este próximo martes 7 de febrero, a las 21 horas, en el Piano Bar del Gran Hotel de la Ciudad de México, en pleno Centro Histórico de la Ciudad de México.

El cóver de consumo será de 120 pesos lo cual incluye una bebida y una botanita. Se recomienda llegar a las 20:30 horas para tener un buen lugar.

*

Breve reseña del cuentero

MIGUEL ÁNGEL TENORIO ES FUNDAMENTALMENTE DRAMATURGO con 37 años de carrera profesional y desde hace 11 años es un narrador oral. Sus obras teatrales han sido estrenadas y reestrenadas no sólo en México, sino también en Estados Unidos, Canadá, Italia, Puerto Rico, España y Bolivia. Recientemente su obra "Era Sólo Rock´n Roll" se presentó con gran éxito en California. Como Narrador Oral se ha presentado en México y en Estados Unidos, Canadá, Colombia y Panamá. Ha escrito teatro para niños como "Detrás de una Margarita", "El cielo nuestro que se va a caer" y "Yo seré tu Serafín". También teatro que recoge con profunda convicción la problemática juvenil como "En Español se dice Abismo" y "Así nos volvemos todos, ¿no?". "Colgar la Vida" es una de sus obras donde explora los problemas de la pareja. Tiene además en su haber varias obras de teatro histórico como "El Hombre del Sureste", "Rebambaramba" , "Los Duelos de la Patria" y "En boca de todos Bocanegra", así como la inolvidable "68: las heridas y los recuerdos".

Ha escrito novelas para niños como son "Los Piratas de Campeche", "A Cada quien su Merecido", "El Cielo se va a Caer", "El Monstruo de la Escuela" y la más reciente "Galileo y sus amigos".
La serie INSTANTÁNEAS DE LA CIUDAD estuvo al aire durante 13 años a través de las frecuencias de Radio Educación y desde 2008 estas historias se pueden escuchar a través de Código DF, la estación del Gobierno del Distrito Federal, que es por Internet.

Desde el año 2001, Miguel Ángel Tenorio cuenta también estas historias en vivo en bares, cafés, universidades y fiestas privadas, no sólo en México, sino también en Estados Unidos, Canadá, Colombia y Panamá.

Mayores informes al 044 55 19 26 40 64 o al correo miguelangeltenoriomx@yahoo.com.mx
En Cuenteros y Cuentistas: 5702 4704 cuenterosycuentistas@yahoo.com.mx cuenterosycuentistas@gmail.com www.cuenterosycuentistas.blogspot.com